ESPECTACULOS

“Busco historias que Hollywood no quiere contar”

<p>Antes del estreno de Operación Monumento, la estrella habla del peso de la fama, de su actual desinterés por la actuación y de sus influencias en el cine. Cuenta su experiencia caritativa en pueblos arrasados por la guerra.</p>

Clooney director. Operación Monumento es la quinta película detrás de las cámaras de la estrella, y narra las aventuras de un grupo de curadores de arte en la guerra.
| Cedoc Perfil

En medio de la presentación de Operación Monumento (con estreno el 27 de febrero en Argentina), Matt Damon posee una explicación para el fenómeno George Clooney, su amigo y compañero en seis filmes: “Es como si Dios hubiera dicho ‘Quizás esta vuelta le voy a dar a uno de ellos todo. Voy a arrancar haciéndolo lindo, y a medida que pase el tiempo se va a ver mejor todavía’.” Operación Monumento, escrita y dirigida por George Clooney, fue un film muy difícil de vender en Hollywood, según afirma el mismo Clooney. “Un guión sobre salvar el arte de las manos de los nazis no suena muy divertido”, dice el actor y director, de 52 años, tan elegante como siempre en sus jeans ajustados, su remera negra y su saco de cuero que remarca su pelo “sal y pimienta”. Sigue: “Pero la película no trata sobre las pinturas, obras de las que algunos pueden entender y otros no. Trata sobre la historia de un lugar”.
“El arte es la forma de la humanidad de registrar la historia”, dice Clooney, y continúa: “Es una de sus partes más importantes”. Su propio trabajo caritativo con refugiados de Sudán le ha enseñado de primera mano la importancia del arte: “Podés asesinar a sus familias, pero si les quitás su cultura la sociedad entera se desmorona. He pasado mucho tiempo recorriendo pueblos en Sudán: no les alcanzó con asesinar a sus niños sino que también destruyeron artefactos de todas las generaciones que habían vivido ahí. Eso es lo que hacía de ellos un pueblo. Que se lo hayan quitado es tan grave como las violaciones y los asesinatos”.
Es una lección que Clooney volvió a aprender en Irak: “No protegimos el arte durante la guerra en Irak, y eso afectó a la comunidad de una manera muy profunda. Lo que hemos aprendido es que la gente no peleaba solamente por sus vidas, sino también por su legado cultural”.
Aun así, al filmar Operación Monumento su prioridad era hacer un film entretenido: “No estamos tan familiarizados con esta historia, lo que la hace rara para una película que transcurre alrededor de la Segunda Guerra Mundial. Es una era de la que creemos que sabemos todas las historias. Queríamos entonces hablar sobre algo que nos parecía muy serio, pero sin que dejará de ser entretenido”.
“Hay mucho arte que ha sido robado durante la Segunda Guerra Mundial que todavía se encuentra en hogares o en museos. Recuperar el arte que ha sido robado es un proceso difícil. Hay toda una generación de rusos que cree que perdieron 25 millones de personas en la Segunda Guerra y retienen el arte bajo la idea de que al ganador le corresponde el botín”.
La película se desarrolla también a la sombra del Holocausto, que en el relato del film recién se estaba empezando a conocer. En un momento de Operación Monumento, los salvadores de tesoros ingresan en minas de sal (sitio que los nazis usaban para cuidar su botín de los bombardeos de los aliados) y encuentran no sólo pinturas famosas, sino también barriles llenos de anillos de compromiso, joyería de oro y anteojos de las víctimas judías. “Lo que realmente me conmovió es una fotografía real que vi en París: después de que las familias judías habían sido enviadas a los campos, todas sus pertenencias eran recolectadas y puestas en una exhibición que tenía cuadras y cuadras de largo. Sólo espero que compartir esto abra la discusión al respecto.”
Operación Monumento es la quinta película de Clooney como director y su tercera como guionista. Clooney ha sido nominado al Oscar como Mejor Director y por Mejor Guión Original (ambos por Buenas noches, buena suerte de 2005) y también por Mejor Guión Adaptado por Secretos de Estado (2011). Y tiene toda la intención de seguir en esos rubros: “Prefiero dirigir que hacer cualquier otra cosa. Dirigir y escribir me parece infinitamente más creativo que actuar. Me gusta mucho más que actuar”.
“A la hora de dirigir, todo lo que hago es repetir lo que aprendí de gente con la que he trabajado, como Steven Soderbergh o Alexander Payne”, dice Clooney. Se ríe: “He intentado ver lo que hacían, cómo lo hacían, y me juré que les iba a robar sus métodos. Me dije ‘Me gusta eso, lo voy a hacer de esa manera’”.
Clooney sufrió un tropezón cuando Jugando sucio (2008, editada directamente en DVD en Argentina), dirigida e interpretada (pero no escrita) por él, fue un fracaso de público, pero aprendió a no ser sensible al respecto: “Como director, algunas te salen bien y en otras fracasas. Yo sigo avanzando, no sé si eso implica que estoy evolucionando como director. Sí sé que estoy evolucionando en direcciones distintas”.
“Cuando empezás a ser actor lo único que realmente querés es la posibilidad de actuar profesionalmente, un trabajo. Estás intentando conseguir un trabajo”, dice Clooney, que pasó una década a los tumbos en el salvaje Hollywood antes de hallar la fama y la fortuna interpretando al doctor Doug Ross en la serie E.R. (1994-1999). Hoy, ya confirmado como superestrella, lo que más le interesa es poder encontrar proyectos para dirigir: “Quiero encontrar historias que sean únicas e historias que no sean oro a simple vista para los estudios. Puedo ayudar a que sea mucho más fácil para ellos digerir determinados relatos”. Y sigue: “Para hacer Buenas noches, buena suerte tuve que hipotecar mi casa. Quiero hacer una película de la que nadie pueda decir ‘Ok, ésa es la más fácil de hacer’. Quiero hacer historias que no existirían en el cine si yo no hubiera ido detrás de ellas, porque nadie las haría de todas formas”.
Como los lectores de las revistas de chimentos saben, cuando no trabaja Clooney vive en el Lago di Como en Italia y hospeda a algunas de las mujeres más lindas del mundo. Lo que no sale en los tabloides es su imparable trabajo para detener el genocidio en Darfur, una región sin ley de Sudán: “Soy hijo de un periodista. Cuando sos joven querés fama, y cuando lo lográs no querés estar tanto debajo del reflector. Querés desviar esa atención a cosas que sirven, que hacen la diferencia. Trato de que ese foco en mí pueda pasar a historias que merecen ser contadas”.

*The New York Times.