El martes pasado, Por amor a vos hizo su pico más alto de rating y, a poco más de un mes de haber nacido, ya está instalada en el público. Evaluar los secretos de su éxito puede que no conduzca a ninguna aseveración inédita, sobre todo teniendo en cuenta los años que lleva la productora Pol-ka realizando ciclos similares, y que han corrido con la misma suerte de la que hoy gozan Miguel Angel Rodríguez, Claribel Medina, Nicolás Cabré y equipo.
“Cuando todo anda bien de entrada, se trabaja mejor”, afirma Raúl Taibo pensando en los números, definición que pone en claro el gran beneficio de haber pegado primero. Tal vez ahí radique el principal acierto de esta historia de porteros, en tiempos de una tevé desordenada.
Adrián Suar alguna vez sostuvo que estaba seguro de que nunca más en su vida tendría un éxito como Son amores ; puede que lo haya dicho para realzar aún más la dimensión que había alcanzado aquel programa, pero lo que es concreto es que ya no se apartará del costumbrismo para la ficción de las nueve de la noche (minutos más, minutos menos). Un día después de su mejor jornada, Perfil entró en el micro mundo de Beto, Margarita, León, Jazmín y compañía, para ver cómo disfruta ser el programa más visto de la televisión.
A las ocho de la mañana arrancan las dos unidades –la de piso y la de exteriores– a grabar escenas y no pararán hasta las seis de la tarde, salvo que haya que realizar tomas nocturnas. Miguel Angel Rodríguez, el simpático Beto Baldés, es uno de los primeros en llegar, a pesar de que lo haga con cara de dormido. Se le cierran los ojos. Está cansado por tener que viajar a Mar del Plata para cumplir con las funciones de La jaula de las locas.
“No doy más, esto va a seguir así hasta el 23, cuando termine la temporada”, dice, mate en mano. Una asistente se encarga de acercarle uno cuando debe esperar para grabar.
Cerca del mediodía, Nicolás Cabré, serio y correcto, baja del camarín de los hombres ubicado en el primer piso de la productora, de la mano de su nueva novia Soledad Fandiño. Graban lo suyo y vuelven al romance. Dicen que andan inseparables y almuerzan solos en el bar de Pol-ka. Hablando de camarines, el más grande que cuenta con jacuzzi (solía ocuparlo Suar cuando grababa), lo utilizan Cabré, Rodríguez, Taibo, Rodolfo Ranni, Pepe Monje y el resto de los hombres. En tanto que Claribel Medina comparte con Pata Echegoyen, y Fandiño con Jimena Barón y Gabriela Sari.
El director de la tira es Federico Palazzo, un debutante en la productora, y nota un cambio con el pase. “En realidad, no fue un pase, yo dejé Telefé en abril del año pasado, luego de once años de laburo. Me fui porque no había ficción, era todo Gran Hermano. Lo bueno es que acá se pide lo que se quiere, en Telefé no se pide, porque se hace ficción desde otro lugar. Esta es una productora de ficción, de un tipo que sabe de ficción”, afirma antes de marcarle algunas escenas a Pata Echegoyen y Rodríguez.
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