El director de La Patagonia rebelde, No habrá más penas ni olvidos, La nona y La noche de los lápices también la eligió. De esta manera, después de consagrarse como figura de Lalola y Los exitosos Pells, ahora Carla Peterson tiene la chance de ser protagonista de El mural, la última película que Héctor Olivera comenzará a rodar desde este mes. Allí, la preferida de Sebastián Ortega interpretará a Blanca Luz Blum, aquella poeta que enloqueció de amor al famoso muralista mexicano David Alfaro Siqueiros.
Restauración. El film mostrará el proceso de creación –en la Argentina y dentro de la quinta del periodista Natalio Botana– del mural que estuvo confinado hasta el año pasado en unos contenedores en la Aduana, y que actualmente se encuentra en restauración. En este contexto –vinculado a Antonio Berni, Lino Spilimbergo y Pablo Neruda, entre otros artistas–, Olivera concibió su nueva película, cuyo elenco, además de Peterson, incluye a Luis Machín, Ana Celentano, Mónica Galán y el mexicano Bruno Bichir, en el papel del revolucionario pintor. En esta entrevista, Carla acepta dialogar con PERFIL recorre el amplio especto de su carrera, que va de sus comienzos en el teatro independiente, como musa del ya fallecido director teatral Miguel Guerberoff en puestas en escena de Shakespeare, hasta su presente mediático, con tapas de revistas (junto a Mike Amigorena) incluidas.
—¿Cómo experimentás los diferentes espacios en que se desarrolló tu carrera?
—Lo más interesante de mi profesión es poder transitar por el teatro, el cine, la televisión. Como actriz, me pienso a mí misma como un pintor, que trabaja en su taller, y luego le llegan personas que le piden un cuadro así, otro asá. Mi trabajo real, lo hago en mi casa, en mi taller de teatro, con mi biblioteca, en la computadora. Trato de absorber todo eso y después me paro en un set de filmación o en un teatro y me pongo a disposición de un director y de un equipo, poniendo el cuerpo, la cara, la voz y el alma.
La entrevista completa, en la edición impresa del Diario Perfil .