Nada de brillos, escotes ni estridencias: para Celina Rucci, los tiempos de vedette de afilada lengua y perfil mediático parecen haber quedado muy atrás. “Disfruté mucho todo lo que hice, pero ahora necesito una nueva meta”, asegura, sin renegar de su pasado, la mujer que ahora apuesta por convertirse en una actriz hecha y derecha.
Luego de varios meses de ostracismo mediático, la ganadora del “Bailando por un sueño 2007” hizo su reaparición pública esta semana en un evento solidario, discretamente vestida y del brazo de su marido, el empresario Claudio Minnicelli. Y, aunque no quiso dar demasiados detalles, explicó que su inactividad profesional tiene un motivo muy claro: la tutela de dos niñas tobas que conviven con el matrimonio y su hijo adolescente, Uciel.
Silencio. Ya desde su foto de perfil en Facebook, Rucci da pistas de su cambio de vida. Una babucha de inspiración hindú, un buzo suelto, pies descalzos y una mirada que se pierde en el horizonte, mientras pesca sentada en el casco de su propio embarcación.