Ansiosas. Así se declaran Cintina Fernández y Andrea Estévez, dos de las famosas que, a partir del lunes, competirán en la nueva edición de Patinando por un Sueño . Y no sólo están nerviosas por el debut. El reciente accidente de Raquel Mancini en la pista de hielo las tiene bastante inquietas.
Las dos coinciden en que la fractura de tibia que sufrió su compañera las impresionó más que los golpes que sintieron en carne propia. "Acabo de sufrir una caída muy fuerte. Estaba haciendo una vertical sobre la espalda de mi soñador y caí de cabeza desde más de un metro y medio de altura. Pero por suerte me hicieron varias tomografías y está todo bien. Todo esto de ninguna manera me sacó las ganas de entrar a la pista, estoy súper entusiasmada", le contó Estévez a Perfil.com.
La morocha se mostró, sin embargo, más impresionada por lo que le ocurrió a Mancini. "Realmente es la persona que menos se lo merecía. Raquel le puso muchísimo empeño, mucha garra y dedicación", señaló.
Algo parecido le dijo a Perfil.com la vedette Cintia Fernández. "Apenas me avisaron salí corriendo al sanatorio. Por suerte la familia me dejó verla. Nosotras tenemos una relación muy estrecha desde el verano, cuando compartimos la temporada. La verdad que la vi anímicamente mal. Me abrazó bien fuerte y lloramos las dos. Hay tanta guacha en este Patinando y justo le fue a pasar a ella, que es la que menos se lo merece", sentenció.
Ella también vivió ya en carne propia un fuerte golpe. "Soy conciente del riesgo, pero no me acobarda para nada el hielo. Ya sufrí en el verano una caída bastante bastante parecida a la que sufrió Jésica Cirio en la primera edición del concurso. Pero lejos de darme miedo, me sirvió para ponerle más ganas", cuenta.
Para Estévez, en tanto, la principal fuente de seguridad es su partenaire, Alfredo. "Nos elegimos mutuamente; le pedimos a la producción patinar juntos. Él me da muchísima seguridad y gracias a él muchas veces no terminé en el piso", asegura.
Al igual que Fernández, Estévez ensaya junto a su equipo más de las dos horas diarias en las que la producción pone a su disposición una pista. "Ensayamos mucho más porque el patinaje es un deporte de riesgo y hay que trabajar mucho para que las cosas salgan bien y para evitar riesgos", asegura.
Pero, más allá de los lucimientos personales y de los posibles golpes, esta edición de Patinando ya tiene asegurado un lugar de privilegio en los medios. Las continuas peleas entre las concursantes, que empezaron muchísimo antes que el programa, seguramente serán durante lo que dure el concurso la comidilla de los programas de chimentos.
La división (entre " divinas" y " tumberas") comenzó como un chiste y con el correr de las semanas se convirtió en el eje de una contienda cruda y reiterativa. Para Fernández, se trata simplemente sólo de un "juego mediático" y asegura que " hay que seguirlo" porque es "muy divertido, siempre que no se lastime a nadie y todas entendamos que nos metimos en un show y no sólo en un concurso de patinaje".
Estévez tiene una visión diferente. " Ya no es gracioso. Se están agrediendo mucho y eso a mí no me interesa. Seguro que algunas van a seguir con este juego durante el concurso, pero yo me abrí, ya no pertenezco a ningún grupo. Lo importante, me parece, es mostrar lo que una aprendió dentro de la pista y no olvidarse de los sueños", explicó. Habrá que ver qué postura adoptan el resto de las participantes.
(*) Redactor de Perfil.com