- Modern Family (Fox)
Las once temporadas de la serie que mostró primero eso que hoy nos parece tan habitual -las familias disfuncionales- no decepcionan: cada episodio asegura al menos dos carcajadas.
- Adam Sandler 100 % fresh (Netflix)
El viejo y querido Adam: ¿quién podría darnos un masazo de chistes bobalicones dignos de joyería para pasar mejor estos días de seriedad.
- Nunca fui santa (Fox)
En 1956 cuando se estrenó, Marilyn Monroe tenía 30. Tres años antes había posado para Playboy e ingresado al Actor's Studio. Aquí juega al western en el que hace de una cantante.
- Esperando la carroza (Netflix)
Humor negro, sí. Pero frases memorables, que dichas por sus protagonistas son aún más graciosas. Envejeció como los clásicos: con algunas grietas (!) pero con eficacia comprobada.
- How I met your mother.
La fantasía un poco vetusta pero con buenos músculos de comedia absurda (y algún que otro tirón de género) de esta sitcom neoyorkina viene perfecta para quienes la esquivaron hasta ahora.
- ¿Quién &$% son los Miller? (Netflix)
A pesar de que hizo la comedia disparatada Quiero matar a mi jefe, pocos podrían imaginar a Jennifer Aniston, en esta comedia.
- Tonto y retonto (Netflix)
Otro clásico más moderno, ideal para no pensar y ATP. Daniels y Carrey en sus mejores momentos con slapstick incluido, y esas tramas que son tan olvidables que sólo quedarán los gags... y las risas.
- Deslizando a la gloria (Flow)
Oh, Will Ferrell, ¿cómo puede tu comedia gigantona y delirante ayudarnos? Con esta falsa oda a todo lo que el absurdo puede alterar si es lo suficientemente salvaje (ej: patinaje artístico).
- Brooklyn Precinto 99 (Netflix)
Con el estilo de Locademia de policía, tiene seis temporadas muy adictivas. Sus gags son estúpidos y atrapantes. Su protagonista es Andy Samberg, al que se vio en Saturday Night Live..
