Desde el 5 de marzo se podrá ver por la pantalla de Telefe Sandro de América. La serie con dirección de Israel Adrián Caetano. Serán 13 capítulos emitidos de lunes a jueves. Además de la inquietud que produce acercarse a la vida y obra de un ídolo de la envergadura de Roberto Sánchez, conocido como Sandro, está la firma del director y la decisión que al protagonista lo encarnaran tres actores diferentes. Ellos fueron: Agustín Sullivan, elegido a través de pruebas, Marco Antonio Caponi, y Antonio Grimau para su última etapa. El elenco estuvo integrado por Jorge Suárez, Luis Machín, Calu Rivero, Isabel Macedo, Eugenia Suárez, Lali Espósito, Muriel Santa Ana, Paula Rasenberg, Gastón Soffritti, Teté Coustarot, Santiago Ríos y muchos más.
“Vi el aviso en Facebook y mandé mi material por todos lados hasta que me llamaron –relata feliz el primero en llegar a la presentación: Agustín Sullivan–. Hice muchas pruebas hasta quedar seleccionado. Grabábamos cuatro escenas por día. Hubo un gran cuidado porque el director, Caetano, estaba en todos los detalles. En televisión ya había hecho pequeñas participaciones en Sres. papis, Fronteras y Amar después de amar, pero éste es mi primer protagónico y con contrato. Encarno a Sandro desde los 16 hasta los 32 años, a fines de los 70”. “Estudié en la UNA (Universidad Nacional de las Artes) dirección –subraya– me falta solo una materia para recibirme. En paralelo hice toda la escuela con Agustín Alezzo y ahora sigo estudiando con Nora Moseinco”.
La primera novia fue interpretada por Calu Rivero. “Es el único personaje ficticio –aclara Sullivan– porque en ella se resumieron varias relaciones que tuvo Sandro hasta que conoció a Daniela (Isabel Macedo) que le llevaba casi veinte años y convivieron durante 13. En la serie se le cambió el nombre, pero la historia es real. Tal vez la gente no sepa todo lo que pasó Sandro para llegar a dónde llegó. Los capítulos tienen un mensaje muy claro: si alguien quiere ser algo y se lo propone, lo conseguirá”.
Hay nombres pocos conocidos para el gran público, pero mucho tienen que ver con los buenos resultados. Valeria Narváez fue la coreógrafa que ayudó a Natalia Oreiro para que se transformara en Gilda. Gracias a ese trabajo la convocaron para que asistiera en lo corporal a los más jóvenes Sandro. “Desde enero del 2017 trabajé de manera individual con Agustín (Sullivan) y Marco Antonio (Caponi). Sandro cambió mucho, pero con una energía preciosa que tuvo todo el tiempo. Eso se veía en su mirada y en sus manos. Cuando empecé a estudiarlo a través de las películas y sus musicales, descubrí que él había conocido los musicales de Bob Fosse, quien se había inspirado a su vez en Elvis Presley. Sandro admiraba y recreaba en su cuerpo lo que veía, sentía y lo captaba. No es copiar, ni imitar, resultaba una nueva versión de lo que admiraba”.
Antonio Grimau se puso en la piel de los últimos años de Sandro y se sonríe cuando se le recuerda su gran parecido físico. “Muchas veces cuando iba por el Sur, en Valentín Alsina, me confundían con él y me gritaban su nombre. Nunca creí que me iba a llegar la propuesta de interpretarlo. Como público lo conocía, además leí el libro de su viuda (Olga Garaventa) y el de Graciela Guiñazú. También vi muchos videos con entrevistas que le realizaron y para la etapa de su enfermedad nos asesoramos con médicos. Todos, más allá de Argentina, tienen un perfil muy formado de él como artista y hombre, por eso fue un desafío”.
Tristes ausencias
Detrás de Sandro... están las declaraciones en Twitter. El padre de la criatura, Israel Adrián Caetano, no estuvo en la presentación de prensa y desde Uruguay, su país de nacimiento, expresó: “Por razones personales no podré estar allí, por eso, aprovecho esto para darle gracias a todos... a todos de verdad... ¡que todo salga lindo!”.
No fue igual el Tuit de Esther Feldman: “Qué lindo que se olviden de invitar a los autores que estuvimos remándola desde el inicio para ganar el concurso del Incaa”. Se refería no solo a ella sino a su equipo (Marisel Lloberas y Joaquín Bonet) quienes escribieron los seis primeros capítulos, luego continuados por Mariano Vera, otro ausente.
La producción del programa fue General Video y The Magic Eye, el presidente de esta última, Juan Parodi dijo: “Telefe tiene todos los derechos para los canales de aire de Latinoamerica. Todavía estamos hablando con los de cable. Aún no están cerrados.”
