ESPECTACULOS
Entrevista

Paula Cancio de El marginal 2 a chica Disney

La actriz española participa en la serie carcelaria, en 100 días para enamorarse, y será una villana en Once, de Disney Channel.

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Bella. La actriz se crio en el barrio Arturo Soria de Madrid. Es madre de Adriana Solá Cancio. | Grassi

Paula Cancio le aportó una luz de belleza y glamour a la sombría ex cárcel de Caseros durante las diez jornadas de grabaciones que realizó para El marginal, la precuela. A la actriz, nacida en Madrid hace 34 años, ya se la pudo ver a partir del segundo episodio de la tira de Underground que genera picos de rating impensados cada martes en la TV Pública. “Cuando me llamaron para hacer el casting, me puse supercontenta y, apenas audicioné, me di cuenta de que el papel era para mí, tuve un buen feedback, y cuando me lo confirmaron me sentí felíz”, revela Cancio, quien intepreta a Camila, la mujer de Patricio, el doctor al que le da vida Esteban Lamothe dentro de la San Onofre.  

¿Qué fue lo primero que sentiste al entrar a la ex cárcel de Caseros?

—Se me caían las paredes. Sentía la energía opresiva en esa cárcel, es un lugar vivo que tiene historia, vivencias, que tiene dolor, y eso se palpa y le vino bien a mi personaje porque no está ahí metida. Entonces, cuando yo tenía que entrar... ¡uf! el sentir todo eso me ha ayudado un montón. Cuando me dieron el personaje, miré la primera temporada pero solo podía ver un capítulo por día, me hacía mal, era demasiado intenso, tenía mucha verdad y necesitaba respirar. Eso te lo provoca algo que está bien hecho.

Tras ser una de las revelaciones de La leona, Cancio regresó a la pantalla de Telefe con 100 días para enamorarse, el éxito de la televisión abierta. Es Clara, astróloga, mamá de Amparo, y quien se entremete en el vínculo de los personajes de Luciano Castro y Nancy Dupláa. “Tenía unas ganas increíbles de trabajar con Underground y se me dio duplicado este año. Todo lo que vi de la productora siempre me ha parecido de una calidad impresionante y tenía la curiosidad de saber cómo trabajan. Y cada cosa que ves tiene un porqué y los responsables de cada área son todos unas eminencias. Por ejemplo, me sorprendió la presencia de Sebastián (Ortega) en cada jornada, y verlo trabajabar a la par de los directores; no es habitual que un productor lo haga, y Sebastián estaba al pie del cañón, lo que muestra el compromiso con cada proyecto que hacen. No tienen nada que envidiarles a otras producciones de España o del mundo”, comenta.

¿Vas a ser parte de la próxima temporada de “Once”, la serie de Disney?

—Sí. Es un sueño. Siempré soñé con ser la mala de Disney, y de pronto me llega la villana. Estoy con muchas ganas de comenzar, en septiembre, y me la voy a pasar en grande hasta que termine, en abril. Mi personaje es una organizadora de la competición en España y mi hijo será uno de los que competirán.

Lejos de casa. En Madrid tiene casa en el barrio Arturo Soria. “Extraño mucho a mi familia, a mis padres, mi hermano, mi cuñada y mis tres sobrinos”, cuenta, pero dice que viajar una o dos veces al año la reconforta y asegura que hizo grandes amigos en Buenos Aires: “Leticia Siciliani; Benjamín Rojas, con quien filmamos Eso que nos enamora, que pronto se va a estrenar. También soy amiga de Sofía González Gil, Mónica Antonópulos, Pablo Echarri, Nancy Dupláa. Estoy muy agradecida, que no dejo de ser extranjera pero me siento arropada”. ¿Y la comida? “Extraño el jamón crudo y la tortilla de papa, que la hago yo al igual que las croquetas, porque mi hija Adriana (ver recuadro) me lo pide mucho”.

—¿Cómo fue tu adaptación a vivir en Buenos Aires?

—Fue rápida. Buenos Aires es un Madrid gigante pero, si no fuera por mi familia, afectos, mis amigos, no sentiría una diferencia brutal. Me gusta la forma de trabajo de aquí.

—¿Te llama la atención el furor por las series españolas “La casa de papel”, “Merlí”, “Vis a vis”, en Argentina?

—Sí, me sorprendió mucho. Estoy encantada de que existan las plataformas como Netflix, que las series puedan viajar, y siempre estuve orgullosa con la ficción que se hace en mi país. Se necesitan caras nuevas que hacen que se enriquezca todo, y eso lo dan Netflix u otras plataformas. No dejamos de ser hermanos los argentinos y españoles, y me da rabia que no haya más coproducciones en cine.

“Con Miguel vivimos al dia”

Paula Cancio (34) y Miguel Angel Solá (68) fueron padres de Adriana Solá Cancio al año de estar en pareja. En 2015 se instalaron en Buenos Aires y lo que sería una estadía semestral se convirtió en una permanencia prolongada hasta, como mínimo, el primer trimestre de 2019. “Mi hija tiene una tonada porteña que no te puedes imaginar, mucho más marcada que la de su padre”, jura Cancio, quien protagoniza Doble o nada con Solá en el Teatro La Comedia.

—Solá dijo que no lo llamaban mucho para trabajar, ¿es difícil la carrera del actor y congeniar los trabajos entre ustedes? ¿Cómo dividen los tiempos del oficio con la pareja?

—Tenemos nuestro proyecto en conjunto, que es la obra, como antes lo fue El diario de Adán y Eva. Yo creo que son ciclos, la carrera del actor tiene estas cosas que a todos nos pasan, épocas de mucho laburo y otras que estás parado. Es tan inestable. Y es curioso que el trabajo llama al trabajo. Hay épocas en que no tienes nada, en que no suena el teléfono ni aunque mueras, y hay otras que de pronto te llega todo seguido. Evidentemente, mi situación no tiene nada que ver con la situación de Miguel por una cuestión de trayectoria, por una cuestión de edad, tenemos formas de encarar la profesión y de tomar decisiones muy distintas.

—Es una época difícil, ¿les va bien en el teatro?

—Sí. Es una época dura para el teatro. Estamos muy contentos de que la gente sigue bancando la obra después de un año y medio, que es mucho tiempo en cartel, les sigue gustando, estamos felices en ese sentido.

—¿Pensaron volver a España por la inestabilidad de la economía argentina?

—Con Miguel vivimos al día porque esta profesión te hace vivir así. Y vemos día a día lo que nos va pasando. No hacemos predicciones con respecto a la economía, miramos más nuestra economía y nuestros proyectos de trabajo, no nos mueve cómo está la economía en el país.