Fue otro capítulo de Los Simpson de los que se pueden considerar históricos. Un delirio al que, sin embargo, estamos acostumbrados aunque igual no deja de sorprender y confirmar una vez más que los autores de los dibujos de la familia amarilla sí saben cómo fusionar diferentes estéticas, discursos y géneros.
El capítulo 399 que se pudo ver antes de que se emita el final de
“24”, fue sencillamente delicioso, y presentó la
versión
simpsoniana de
la historia narrada en tiempo real de la vida del agente norteamericano Jack
Bauer, cargada de guiños para los amantes de la serie que desde hace seis temporadas no da
respiro.
El dibujo, creado por Matt Groening, se llamó
“24 minutos”
y se emitió por primera vez en inglés con las voces originales. En la entrega no faltó nada
de lo que tiene la polémica serie:
los planos recortados en la misma pantalla que muestran lo que pasa en distintos lugares al
mismo tiempo; el reloj que marca los segundos; el sonido típico de sus celulares; una trama con
peligro de que estalle una bomba letal, pero de olor, en la escuela de Springfield; los terroristas
sucios y apestosos, que en este caso fue la bandita de chicos que siempre hacen las bromas más
pesadas; y hasta la voz de Jack Bauer, (el actor Kiefer Sutherland) que anunció
“previously in 24”.
Como en la versión cinematográfica, que reunió a casi dos millones y medio de espectadores,
la tragedia se desató por culpa de
Homero, que dejó en la tienda de Apu un yogurt vencido y lleno de moho, robado
luego por una pandilla de terroristas para hacerlo estallar y entrar en pánico y “asco”
a los que estaban ese día en la escuela festejando "El Día de los Pasteles de la Primaria de
Springfield".
Al mismo tiempo se podía ver al director Skinner al frente de la
CTU (“Unidad Anti Travesuras” en reemplazo de la Unidad Anti
Terrorista
de “24”, también llamada CTU) del colegio de Springfield, que
intentará detener a la peligrosa banda.
En esta CTU Lisa opera los
sistemas como lo hace Chloe O’ Brien.
Y Bart obtiene su libertad (antes había quedado incomunicado en una celda
por cortarse sólo, como suele hacerlo Jack Bauer, un señor que siempre cree que los medios
justifican el fin).
Mucha gente, entonces, se congregaría ese día y
lo peor podía suceder. Pero allí estaba Bart, comandando la misión después de
intercambiar su libertad por cierta inmunidad que utilizará para no hacer tareas. Como agente
encubierto,
Bart será “Isec Aquita”, y Lisa no se desprenderá de su
computadora ni para ir al baño.
En el medio, la sucesión vertiginosa de hechos no permitió distraerse: March peleó en un
supermercado por quedase con la última lata de pasas; a Rafa casi lo intoxican; Bart persiguió con
una honda a los terroristas y Homero paseó en container por todo Springfield.
La versión de "24" de Los Simpson siguió al pie de la letra la lógica de la serie, pero nunca
dejando de ser Los Simpson. La rareza se produjo en Bart, que a pesar de su legajo manchado de
travesuras, esta vez se pasa del lado de los buenos, que como Jack Bauer se ceñirá a su propia
ética, que incluye hasta torturar a un amiguito -un “topo” dentro de la CTU-, para
obtener información.
Bart terminó salvando a Springfield del horror, como Bauer viene salvando desde hace seis años a los Estados Unidos. Y “24” terminó en una parodia que bien se merecía.