No entiendo por qué motivo, pero a medida que llegan al final, las trilogías –sobre todo ahora, que todo es trilogía– tienden a ponerse más oscuras”, dice Todd Phillips, que hasta la aparición del osito Ted y Seth MacFarlane fue el director más taquillero de la historia de la comedia americana, respecto de ¿Qué pasó ayer? Parte 3, que se estrenará el 30 de mayo. Phillips defiende su saga resacosa y absurda, que va desde lo simpáticamente excesivo a lo lúgubremente hermoso: “Pero es lógico: ya la segunda parte era así. Algunos creían descubrir la pólvora porque la estructura era la misma que la del primer film: un día, fiesta, memoria borrada, recuperar la memoria de aquella noche sí o sí porque la vida de alguien depende de eso. Ahora no será así. No es que celebre mi inteligencia, pero la comedia está en todos los rincones hoy, aunque a veces le falta ferocidad. Mostrar excesos ya no es feroz, es divertido, seguro. Lo feroz es la oscuridad en la comedia, y que eso lo vean millones”.
Que la saga ¿Qué pasó ayer? hoy sea, precisamente, una saga y que sus actores sean mainstream (Zach Galifianakis, Bradley Cooper, Ed Helms) muestra un nuevo estado de la comedia (“es verdad, digamos que ya no es la comedia más vista Los Fockers, y eso es algo”, dice Phillips). “Creo que la gente conectó con esta saga por una necesidad de hedonismo, seguro, pero también de conectar con la comedia. Y no hablo de una necesidad de escapismos post 11S. La comedia es muy poderosa en Estados Unidos, muy rebelde”. Y sigue: “Hay algo del poder creer en los actores, en su amistad, que sirvió mucho a la saga: ahora todos son nombres grandes, o conocidos, pero no era tan así en un comienzo y eso habla de cuánto necesita Hollywood en la comedia confiar en nuevos nombres. Las cosas acá, en este film, se van a poner muy pesadas, y me interesa ver la reacción de eso: hay gente que muere en esta película. En el trailer hay una jirafa que es decapitada y ahora parece que nadie se enoja mucho por eso. Lo cual es buenísimo, pero también pone un estándar de comedia alto: si tu tía puede reírse de eso, perfecto, algo hicimos bien, pero la comedia es destruir determinadas fronteras o ideas. Y no digo ‘personajes de clase media que transmiten no sé qué de Estados Unidos’ y ese tipo de ideas críticas. Sino, más básico: ‘¿De qué nos reímos y qué dice eso de nosotros?’”.