Fernando Birri era para mí una mítica figura lejana en el tiempo y en el espacio. Cuando comencé mi carrera de cine y fui descubriendo su rol como cineasta, como maestro, como librepensador, se fue gestando una curiosidad que se transformó en directa admiración cuando lo tuve frente a frente por primera vez y recuerdo que fue en el Festival de Trieste en Italia. Conocerlo no hizo más que confirmar la luz que irradiaba Birri sobre el cine latinoamericano y su lugar en el cine mundial.
En el año 1997 Fernando retornaba al cine argentino filmando una película ensayo sobre el Che y la utopía (Che: ¿muerte de la utopía?) a pedido de la televisión franco/alemana. Desde Cine Ojo, fuimos coproductores asociados a Sur Films, la productora alemana que inició el proyecto.
Birri se interrogaba en este film, hasta dónde el tema de las Utopías, tan en decadencia en plena década de los 90, seguía vigente.
Me pareció una ocasión única para verlo en acción. Fue el comienzo de su y mi aventura cinematográfica, que se inició en su casa de Rincón en Santa Fe adonde fui a buscarlo con mi cámara y que nos llevó desde La Higuera en Bolivia a Montevideo, pasando por Buenos Aires. Fue muy interesante ver la manera en que entablaba los diálogos con sus grandes amigos: pensadores y artistas contemporáneos latinoamericanos, entre los más importantes en ese momento (Ernesto Sabato, Osvaldo Bayer, León Ferrari, Eduardo Galeano, Pino Solanas) pero también con los humildes pobladores de La Higuera, dialogando con todos al mismo nivel de respeto, de profundidad y de búsqueda.
Una primera versión editada de este rodaje, durmió un sueño de 17 años en un humilde VHS. Desde el inicio tuve claro el objetivo de trabajar esta idea de la Utopía, cuyos sentidos él buscaba explorar en su película del Che.
Como digo en la película Ata tu arado a una estrella, tal vez la luz que guió al Che se haya perdido hace tiempo. Sin embargo, no erramos el camino, pero andamos un poco perdidos. Es difícil no vivir en confusión. Pero siempre hay un brillo, una esperanza y sobre todo hay “Resistencia” como Fernando lo destaca en mi película. Momento de pos-verdad y de instalación de la mentira como valor. Asistimos al retroceso de todos los derechos: desde los derechos humanos hasta los laborales y nuestros pueblos asisten a esto con angustia, desconcierto, pero también con resistencia.
Birri marcó profundamente el cine latinoamericano. Y lo hizo como pionero en la creación de escuelas que definieron y aún lo siguen haciendo el destino de miles de jóvenes cineastas. Desde la primera escuela de cine documental en la Universidad del Litoral de Santa Fe fundada en 1956 –hasta la creación de la Eictv en 1987– junto a García Márquez, Fidel Castro y Tomas Gutiérrez Alea.
Allí fui yo también intentando mostrar que las Utopías podían estar también en algún lugar. Muy modestamente Ata tu arado a una estrella aspira a reflexionar acerca de la vigencia de construir nuevas utopías en un mundo cada vez más destructivo y en el que parece que quedan pocos motivos para “soñar con los ojos abiertos”.
En nuestro último encuentro pudimos, además, reencontrarnos en un diálogo que decidimos con Fernando dejar plasmado en un libro llamado Diálogos de cine / Fernando Birri-Carmen Guarini. Allí quedaron fijadas para siempre sus últimas reflexiones, un regalo de experiencia, sabiduría y lucidez. ¡Casi intacta a sus 92 años!
*Directora de Ata tu arado a una estrella, Walsh entre otros, y Calles de la memoria, entre otros documentales.
