¿Qué menos se le puede pedir a una celebrity que gracia, belleza y estilo? Se supone que todas han arribado a ese mundo perfecto de fiestas, producciones fotográficas, alfombras rojas y hoteles cinco estrellas de la mano de un encanto singular y una relación casi erótica con la cámara. Y que entre todas esas cualidades divinas, está incluida la inspiración a la hora de vestir.
En la Argentina, sin embargo, son muchas las estrellas que se dan el lujo de asistir a un evento con la misma ropa con que irían al supermercado. En los últimos tiempos, la que se queda con el primer puesto en el ranking de las mal lookeadas es Leticia Brédice: se la puede ver en reuniones y fiestas con strapples a punto de “derrapar”, minifaldas excesivas, o lo contrario, ponchos y saris dignos de Frida Kahlo o Mercedes Sosa.
Muy cerca la sigue Griselda Siciliani, que ha mejorado mucho y hace lo que pued e. Lo de Marcela Tinayre es menos grave pero irremediable: a quien alguna vez fue la representante de Dior en la Argentina debería prohibírsele acercarse a cualquier tipo de calza o remera ajustada. Usa ropa perfecta, pero para otra mujer, veinte años menor. Ernestina Pais es también una eterna candidata al “fashion emergency”, al igual que Sofía Gala, una verdadera experta en mezclar cosas que jamás deberían ir juntas.
Hoy, en la era del diseño, vestirse bien es algo más que recurrir a los clásicos. Es atreverse a inventar un estilo propio. Así, la que se lleva en forma unánime todos los aplausos es carla Peterson. Ha lucido modelos de Carolina Herrera, la norteamericana Reem Acra, pablo Ramírez y vestidos “vintage”, como el diseño de El Camerín con el que se la vio en los premios Clarín.
Muy de cerca está Natalia Oreiro. Fanática del mundo fashion, tiene su propia marca de ropa, Las Oreiro, y ha logrado que muchas celebrities locales la usen. Su estilo y su etiqueta son muy femeninos pero requieren de siluetas perfectas. Más clásicas, Cecilia Milone y Pampita siempre están correctas. Se destacan por su belleza y lo que se ponen jamás entorpecen la vista. Todo lo que elige Juana Viale, por caso, se ve natural en ella.
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