Gana en rating y también en ranking. Susana Giménez (64) encabeza el podio de las solteras codiciadas. No sólo porque todavía están intactos en el recuerdo popular los 10 millones de dólares que, cenicero mediante, tuvo que cederle a su ex marido Huberto Roviralta , sino también porque parece que ella no puede estar sola. Y a la hora de elegir compañero de ruta, levanta al que hace dedo y, después de un rato, el agradecido pasajero se transforma en un monstruo de 8 cabezas.
Desde los concursos telefónicos hasta el embrollo con la compraventa de jugadores, a Susana los pantalones no dejan de traerle problemas que exceden el desengaño amoroso. Desde que en mayo de este año se separó de Jorge Rama, se prometió estar sola y esa intención redobla las apuestas de los galanes de turno. Como el de un admirador “border” que le mandó mariachis a su casa, decenas de mails y la llamó por teléfono hasta el cansancio. Ella temió que del amor al odio hubiera un paso y estuvo a punto de denunciarlo por acoso. Marcelo Insúa Baudo, un dudoso personaje de 38 años, no tuvo empacho en salir al aire y justificar su excedido coqueteo como estrategia de un hombre enamorado.
Si bien aquello de que “cada 7 mujeres hay un hombre” es sólo un mito, es real que la ciudad de Buenos Aires resulta la peor plaza para encontrar varones. Según el último censo de población del Indec, en el ombligo de la Argentina se registra el índice más bajo de testosterona: 83 hombres por cada 100 mujeres.
Ellos tienen para elegir y, a su vez, las miradas se concentran en sólo algunas. ¿Qué tienen ellas, las pocas pretendidas por muchos?