Es casi una institución dentro del mundo de los shows internacionales (fue socio de Daniel Grinbank) y del rock nacional. Todos los grandes –Mercedes Sosa, Charly García, Fito Páez, entre otros– tuvieron a Fernando Moya en la producción. Incluso Jorge Lanata, hasta su ingreso en el Grupo Clarín, confió sus pasos a este hombre. De perfil muy bajo, se habla mucho de él y se sabe poco. Con más de treinta años en el negocio, hoy es director de entretenimientos de T4F, tiene su propia compañía, Ozono, es responsable de Violetta en América Latina, de los festivales de Disney y de Fuerza Bruta, y produjo el acto del Bicentenario. A la pregunta sobre si era hippie en los 80, dice “sí, tenía el pelo largo, rockero, hippie, el momento de Los Redonditos de Ricota en Buenos Aires”, y confiesa que aún en estos tiempos corporativos se siente más “hippie que yuppie”. De hecho, el director comercial y marketing regional de T4F es Sebastián Carlomagno.
—Te ocupás de las figuras que vendrán a actuar en la Argentina. ¿Cuál es el criterio para traerlos?
—En principio, los que vienen a nuestro país lo hacen en el marco de una gira sudamericana. Pueden venir a la Argentina un Alejandro Sanz, un Chayanne, pero de promoción de un disco; después, el contexto es la gira. Y en la búsqueda de artistas voy por las dos partes: lo que pienso que al público le va a gustar y lo que a mí me gusta. Traje a Sara Brightman sin entender mucho a que público iba y fue un éxito. Después, tener a Metallica, Demi Lovato, el Cirque du Soleil y One Direction, que son los que están programados, habla de mis criterios artísticos.
—¿Cambió mucho el negocio desde los Rolling Stones a estos días?
—Muchísimo. Desde el momento en que cayó la industria discográfica, los artistas incrementaron mucho sus garantías. Hoy, el negocio con un artista internacional –Madonna, Lady Gaga o One Direction– va 80% para el artista y 20% para el que contrata, u 85% y 15%. Para dar una idea, el primer show de Eric Clapton lo pagamos 100 mil dólares, el segundo 350 mil, el tercero 650 mil y el último 1.500.000 dólares. El crecimiento es tremendo.
—¿Quién fue el artista que más recaudó en 2013?
—Estuvo parejo entre Bon Jovi, Black Sabbath y Aerosmith, y Violetta recaudó muchísimo.
—¿Cuánto recaudaron?
—Deben ser entradas a 80 dólares… (piensa). Más o menos tres millones de dólares por show cada uno. De esa recaudación ellos se llevan un tercio, un millón o un millón y pico. Lo demás se va en impuestos, el 35% de ganancias, el 4% de ingresos brutos, producción local, estadio, seguridad privada, pasajes, aduana, transportes… hay mucha reinversión en el país que actúan.
—¿A qué artista le pagaste la mayor cantidad de plata?
—Madonna y U2. ¿Cuánto? Son números importantes, privados, y está todo en blanco, lo tenés que mandar por el Banco Central. Son de los artistas que más cobraron. McCartney está ahí, en esa escala...
—¿De cuánto estamos hablando?
—De tres millones, tres y pico de millones de dólares por show.
—¿One Direction cuesta eso?
—Es más barato porque ellos están cuidando a su público. Y me parece bueno que lo cuiden. Aquí agotaron con la entrada más barata a $ 350. Eso te da la pauta de que todo el mundo está conforme.
Asombra Fernando Moya en su oficina de la calle Cabrera porque, aun hablando de números fríos, mantiene la emoción. Lo cual confirma que para los negocios también es importante no perder la sensibilidad. Con dos matrimonios –el actual con Lorena–, tiene cuatro hijos (dos de la primera esposa): Lucio, “Caro”, Cristóbal y Lupe. El mayor trabaja en producción y Caro estudia y trabaja. Reconoce que “cuando empecé no tenía nada. Ahora tengo un buen pasar, mis casas, mi chacra, agradezco a la vida todo lo que me tocó vivir”. Entre los sueños que pudo realizar, sostiene que “McCartney es uno, los Rolling Stones cuando los conocí, y de acá, Charly, Spinetta, obviamente Fito, Gustavo Cerati. Produje algunos shows de Soda Stereo”. Claro que hace la diferencia y aclara que “haber cenado con Mercedes Sosa no es menos importante que haber saludado a Jagger o Richards, y si me preguntás, fue mucho mejor la charla con ‘la Negra’”.
—T4F tiene su propia sala, el Opera Citi, donde hicieron todos los musicales, el último “Los locos Addams”, pero este año no programaron. ¿Por qué?.
—Aunque en Argentina no se paga impuestos en el teatro, la mayor parte de la plata se gasta en producir. Los locos Addams tuvo 65 mil espectadores y el punto de equilibrio estaba en 70 o 72 mil; apenas lo llegó a rozar. Teníamos pensado hacer Mary Poppins, pero estaba muy pesado a nivel de costos. Nos parecía muy loco producir algo sin saber cómo se presenta 2014 en lo económico.
—¿Qué van a programar entonces?
—Artistas nacionales e internacionales. Estamos hablando con Abel Pintos, Gieco, Axel, hablamos con Pol-ka, con Cris Morena, que seguramente hará Aliados, y tal vez hagamos algo con Mora Godoy.
—¿Cómo ves 2014?
—El 2013 fue un año un poco complicado. Esa guerra mediática que se armó entre el gobierno por la Ley de Medios confundió mucho a la población. Generó un malestar y una situación económica que fueron complicándose cada vez más hacia fin de año. Espero que haya un cambio de ánimo en la gente y las condiciones económicas sean un poco más optimistas.
—En tu condición de productor de Fuerza Bruta te reuniste con la Presidenta por el acto del Bicentenario. ¿Cuál es tu opinión de ella?.
—Inteligentísima y muy clara en sus objetivos. Con ella y Parrilli discutimos el contenido del desfile del Bicentenario, y me pareció brillante que el hecho artístico tuviera un contenido político, discutido con la Presidenta.
—¿En qué estuvieron de acuerdo y en qué no?
—Diqui James estuvo de acuerdo en Malvinas y aportó lo de las cruces, en lo de las Madres, y sumó debajo de la lluvia… Entre las cosas forzadas estuvo lo de la Vuelta de Obligado, la verdad es que no nos parecía relevante. Ellos querían que estuviera porque para el Gobierno era importante.
—¿Van a volver a trabajar para el Gobierno?
—Vamos a volver a trabajar para Cristina, para Perón, para quien sea que nos proponga cosas. Vamos a trabajar para el Estado, para mí fue un orgullo lo del Bicentenario, que Fuerza Bruta cerrara y después el show de Fito, aunque no lo represento más, pero es el artista de mi país; para mí fue muy importante.
—O sea que te parece bien que los artistas cobren por los shows del Estado.
—Me parece bien que trabajen para el Estado, estoy de acuerdo con eso, los hice toda mi vida. Y me parece bárbaro que la gente tenga acceso a los shows gratuitos.
—¿Cuáles son los artistas argentinos mejor pagos?
—El Indio Solari y La Renga. El Chaqueño Palavecino se cayó un poco; en general ellos dos.
—Veo que tomás Coca-Cola Light, en eso sí has cambiado, ¿no?
—Obvio. En algún momento te das cuenta de que todo pasa por la cabeza y la tenés que tener fresca. Por eso, cuando hablaron de la merca con Roger Waters... conozco al tipo, hice giras con él, no toma nada. Igual que Ringo Starr. Sale de gira para no tomar. Su vida es agua.
Producción: Gustavo Martín Méndez.