Atrás parecen haber quedado los tiempos en que HBO —propiedad de la Warner—, aprovechando el éxito de la trilogía El señor de los anillos de Peter Jackson, amagó con realizar una serie basada en otra obra de J. R. R. Tolkien, El silmarillion, obra inacabada donde se cuenta desde el origen del universo hasta el inicio de la historia con Frodo, Gandalf, Aragaron y Sauron. Se entiende: el éxito de Game of Thrones en la señal de cable premium, sumado a las tres series en preparación que se desprenderán de ese mundo de personajes, completa su grilla de fantasía heroica.
Pero claro: Warner no se iba a quedar sin explotar una franquicia millonaria, y espera asociarse con otras empresas para desarrollar la historia en formato de serie televisiva. La empresa espera una oferta de entre US$ 200 y US$ 250 millones para ceder los derechos, y de momento hay un postulante que se desprende del resto: Amazon. Desde hace varios años que Jeff Bezos, su dueño, ordenó a quienes programan su servicio de streaming Prime que debían incluir una serie de fantasía heroica, y ante esta posibilidad él mismo está llevando adelante las negociaciones. De acuerdo al site especializado Movieweb, cada temporada de la ficción demandaría un presupuesto ubicado entre los US$ 100 y US$ 150 millones. Cifra multimillonaria para la que la billetera casi infinita del magnate del casi monopolio de comercio online resulta ideal. No debe olvidarse que Bezos le pagó US$ 80 millones a Woody Allen para que desarrollara una serie humorística, y que algo como El señor de los anillos proveería de mucho mayor impacto al servicio que desea competir con Netflix en el mercado global.
A no engañarse: aquí no importa tanto la magia ni la literatura, como el dinero. Al fin y al cabo, la trilogía fílmica recaudó casi US$ 3.000 millones en todo el mundo.