ESPECTACULOS
Stefano Ranzani

“En 30 años va a faltar público”

El italiano dirige a la Orquesta Estable del Teatro Colón en Macbeth, de Verdi, sobre la tragedia de Shakespeare. Alerta sobre los riesgos que corre la ópera si quienes la siguen son sólo las generaciones mayores.

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Educado. Ranzani reconoce dos grandes maestros en su formación y rendimiento: Giannandrea Gavazzeni y Leonard Bernstein. | Prensa Teatro Colón/Colombaroli
Stefano Ranzani dirige orquestas en los grandes teatros del mundo. Y también, en el Teatro Colón. Este italiano nacido en Milán ganó, en 1980, un concierto internacional en el Teatro alla Scala de Milán y pasó a formar parte de su orquesta. Ahora está en Buenos Aires, para dirigir a la Orquesta Estable del Teatro Colón, en la ópera Macbeth, de Verdi, que llevará dirección escénica de Marcelo Lombardero y cuyas funciones irán del 27 de septiembre al 7 de octubre.
—¿Cuáles son las características más destacables de esta obra?
—Verdi ha dicho que era su mejor ópera. Siguiendo la dramaturgia de Shakespeare, presenta un universo donde falta el amor. No existe amor en esta ópera, nadie dice: te quiero, te amo, te deseo. No es una ópera muy conocida, como pueden ser Traviata o Trovatore, que el público las conoce, pero es fantástica. Además, la puesta en escena hace que la música parezca escrita ayer: es una historia de guerra, una historia de corrupción, de deseo de poder para llegar al sitio más alto. La ópera es una forma de espectáculo que puede ser vieja o antigua. Se necesita modernizarla [en la puesta en escena]. [En cambio], la música no tiene tiempo. Escuchamos todavía la música de Bach, o de Vivaldi, que puede ser más moderna que los Pink Floyd.
—¿Cómo es trabajar en el Teatro alla Scala, uno de los más importantes del mundo?
—Tenemos que empezar de otro principio: el Colón es uno de los más importantes teatros del mundo. Antiguamente existía como un triángulo en el planeta: la Scala, el Colón y el Metropolitan. El Teatro Colón merece y necesita volver a la luz que ha tenido. Tiene que ser el teatro más importante de toda Sudamérica, pero parecido a los importantes del resto del mundo. Para esto, se necesita trabajar mucho con la orquesta, con el coro, con los cantantes. Un invitado como yo no puede venir a dirigir con egoísmo, sino para llevar a la orquesta, el coro y todo el teatro a un nivel superior en fuerza expresiva y musical. No se necesita comparar con la Scala. Ahora bien, la Scala siempre fue considerado el teatro más importante del mundo. Pese a los problemas económicos en Italia, se puede trabajar muy bien en la Scala. O muy mal. Depende de lo que el director de orquesta les pida al teatro, a la orquesta, a las ofertas musicales, y a la organización del teatro.
—¿La ópera está atravesando un boom o está en decadencia, en camino al olvido?
—La ópera todavía tiene su público. En Alemania, los teatros de ópera están siempre llenos de público, con muchísimos jóvenes. En Italia, y quizás acá puede pasar lo mismo, parecería una forma de expresión musical para mayores, y esto no es justo, porque la ópera tiene un mensaje, que es para todos. Entonces, el problema es que un día, dentro de treinta años, va a faltar público. Para cambiar esto, se necesita una educación cultural; se necesita que los niños, así como tienen que estudiar inglés, los maestros los tienen que hacer escuchar ópera. Se necesita educar al público, empezando desde niños. De esta manera, se puede ampliar la cultura de la gente.