La buena performance de los programas protagonizados por mujeres es también una tendencia en los Estados Unidos, país que no acostumbra cederle espacio a las actrices dentro de la pantalla chica.
El éxito de Los Angeles de Charly fue realmente importante. Fue el único protagonizado por actrices que cnsiguió liderar los niveles de audiencia imponiéndose, incluso, ante duplas masculinas consagradas.
Para que un grupo de chicas cosechara el mismo nivel de audiencia y lograra un nivel importante de trascendencia hubo que esperar casi tres décadas.
Cuando en 1998 Sarah Jessica Parker, Kim Cattrall, Kristin Davis y Cynthia Nixon desembarcaron en la pantalla chica, nadie podía imaginar que Sex & the City iba a convertirse en el programa preferido de las jóvenes del siglo XXI.
Pero las vicisitudes de la periodista Carrie Bradshaw y sus amigas Samantha, Charlotte y Miranda no sólo fueron vistas por millones de espectadores a lo largo de seis años sino que logró otro hito: pasar a la pantalla grande.
Lejos de Nueva York y de los excesos de la vida citadina, un grupo de Amas de casa desesperadas desembarcó en 2004 en la pantalla chica. Cuatro años después, el programa sigue en pantalla y sus actrices (Marcia Cross, Felicity Huffman, Eva Longoria, Nicollette Sheridan y Teri Hatcher) se han convertido en grandes celebridades.
El éxito del programa fue tal que no tardaron a proliferar las versiones locales en otros países. En Argentina, los roles principales estuvieron a cargo de Mercedes Morán, Araceli González, Gabriela Toscano y Carola Reyna.