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Habla el hermano de Fernando Peña, su único heredero

Federico González Peña recuerda su relación con el locutor. Por qué no vino al velatorio y qué hará con el legado.

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| Gentileza Federico Gonzlez Pea.

Federico González Peña es uruguayo, tiene 43 años, vive en los Estados Unidos desde hace 26. Es un músico -compositor y tecladista- con cierto renombre internacional, acostumbrado a su fama en el hemisferio norte.y a vivir de gira por el mundo. Y es también el hermano menor y único heredero de Fernando Peña. Por él fue que todos se preguntaban por lo bajo en el velatorio del actor hace dos semanas. Su ausencia se hizo notar y se especuló con una pelea, que Federico no niega, pero que tampoco sobredimensiona.   

La distancia le jugó una mala pasada y Federico prefirió no viajar a la convulsionada Buenos Aires y vivir el duelo a su manera. Decidió hablar con Noticias por primera vez sobre la muerte de su hermano, sobre su relación con él y con su madre, y sobre el futuro de su legado artistico.

La entrevista -vía mail, chat y teléfono- se extendió durante cinco horas en la madrugada del miércoles 1, el mismo día en el que se embarcaría en una gira por Europa, último compromiso laboral antes de que en agosto regrese al país para hacer lo que nunca quiso: decidir sobre temas vinculados a Fernando.

Los hermanos suelen parecerse y también diferenciarse. Federico es Fernando con mil revoluciones menos, aunque en él se vislumbra el mismo placer por el humor corrosivo y la misma obsesión porque se entiendan sus palabras.

Noticias: ¿Cómo se enteró de la muerte de su hermano?

Federico González Peña: Fer me mandaba mails y así me enteré del tumor. Nos mandamos un par de mensajes. La última semana yo estaba volviendo de gira desde el Caribe, cuando me llaman desde Buenos Aires -creo que fue Javier Pita, un ex novio de Fernando- y me dice que mi hermano andaba muy mal. Eso fue el martes, el día antes de que muriera. El miércoles a la mañana Pita vuelve a llamarme y me dice que los médicos le daban dos o tres días de vida. En ese momento saqué un pasaje para mí y para Tonja, mi mujer. Quería ir a despedirme de él, pero lamentablemente murió antes y entonces decidí no viajar.

La nota completa puede leerse en la edición impresa de la revista Noticias.