Si Carlos Gardel cantaba que veinte años no es nada, imaginen cuadruplicar los años de la famosa frase del tango y llegar a los 80 frente al micrófono con la misma pasión de cuando era un chiquitín de Bragado o de cuando le escribió a Antonio Carrizo para que lo aconseje o de cuando empezó a cursar en el ISER o cuando fue contratado para conducir el exitoso ciclo radiofónico Rapidísimo hace más de cinco décadas.
Héctor Larrea, el Prócer de la Radiofonía Argentina, no descansa la gola ni el cuerpo porque todos los días alimenta su vida y espíritu animando El espacio de Héctor (de 14 a 17) en Radio Nacional Folkórica FM 98.7, emisora que está celebrando los 20 años. Además, el hombre melómano que padece el toc de escuchar música solamente en CD, conduce Mirá lo que te traje en Radio Nacional AM 870 en compañía de Bobby Flores, todos los viernes de 23 a 24, que se emite en dúplex por FM 98.7.
Al ingresar a los estudios de Radio Perfil, Larrea le preguntó a Marcos Gelmini –encargado de la técnica de los estudios- sobre la consola y la nacionalidad de los micrófonos al tiempo que tomó los auriculares y posó para el fotógrafo. “Hetitor” afirmó que nunca se le pasó por la cabeza tener su propia radio como sí la tuvo su colega Juan Alberto Badía, a quién Larrea le regaló un sinfín de palabras de cariño y respeto. Tampoco pretendió ocupar el cargo de director de alguna emisora. Lo del “Señor Radio” es conducir, entretener, ser una compañía del que está trabajando en el campo, en su casa, al que viaja arriba del auto o en un bondi, o simplemente al que está tomando mates, y a los que le gusta compartirle sus gustos musicales.
-¿Qué cosas internas y personales te hacen a vos, más allá de tu amor y pasión por la radio, seguir vigente, seguir adelante, querer seguir haciendo radio?
-Y no sé bien cómo es porque teóricamente yo tendría que estar retirado. Tampoco sé si voy a seguir trabajando después de este año porque no hay que comprometerse de más con la gente porque hay gente que va a decir “eh, pero vos me prometiste que me ibas a trabajar en tal mes y en tal otro y en tal año” y no te puedo prometer nada. A determinada edad la vida toma control de todo, bah, siempre tiene la vida control de todo pero más que nada en cuanto a determinadas tipo de actividades que son complejas y que necesitás un ciento por ciento de rendimiento, ahí la vida se enseñorea más que nunca. Y tenés que ver cómo es, hasta dónde te da la cabeza, porque hay un problema, me estaba acordando en este momento por eso hice la pausa, de un hombre que tenía…, no voy a nombrarlo, un político de los años setenta más o menos, y yo tenía un amigo que militaba en su sector político y digo “che, que bien fulano de tal que tiene ochenta y pico largos y está fantástico, es una buena persona, es un buen político, le funciona la neurona muy bien”. Me dice sí, pero hay que tener cuidado. ¿Por qué? Le pregunté y me dijo “porque en las personas grandes no se sabe qué día van a dejar de estar bien, a lo mejor van a estar bien cien años pero es probable también que no”. Y esa probabilidad hay que tenerla en cuenta, por eso yo me cubro digo “bueno, este año puedo trabajar, el año que viene si alguien necesita que yo sea útil, seré útil y sino me quedaré en mi casa. Y sino estoy tan bien como para ya mantener el trajín de un programa de radio. Un programa de radio reclama mucho, digo programa de radio porque yo en televisión ya no trabajo más. Además lo que me gusta trabajar en radio, por eso llegué a trabajar en la televisión en la que hay que invertir mucha energía y hay veces, cuando más años tenés, esa energía tenés que usarla para vivir y punto. Mientras pueda tener también energía para trabajar, enhorabuena, mientras tenga energía, trabajaré.
-¿Recordás bien el camino de “Rapidísimo”?
-Sí. Primero estuvo en El Mundo, año 69/70. En Continental estuve en el 71 y 72. Ya en el 73 estuve en Rivadavia a la tarde, 74 Rivadavia a la tarde, 75 Rivadavia a la mañana. Hubo un paso por radio El Mundo privada, de la calle Cangallo, una movida desafortunada, era lo que se debía hacer en ese momento no me gusta arrepentirme de las cosas que he hecho, lo que se hizo se hizo. Después volvimos a Rivadavia hasta el 2003, hasta el 2003 inclusive estuvimos en Rivadavia. Y a partir de 2004 empezamos hasta hoy día en Radio Nacional donde estamos muy bien, muy bien.
-Rivadavia y El Mundo están teniendo problemas financieros, y Continental está perdiendo audiencia y se le han ído conductores importantes en los últimos años. ¿Crees que es por mala administración, por malas decisiones artísticas o por una cuestión también del vínculo con la política y la pauta oficial?
-Yo no puedo opinar del particular en profundidad, simplemente digo que en algún sector idoneidad ha faltado porque para tener, por ejemplo, no digo El Mundo que tiene una frecuencia más baja, que se puede arreglar eso. Una frecuencia más alta tiene más complicada salida al aire, eso se puede arreglar. Vos agarrás una frecuencia elevada que era de las de antes que estaban de moda, vos agarrás el dial 1070 pero la podés llevar a una salida óptima, a Radio América también, a cualquier emisora. Si la sabés trabajar técnicamente podés sacarle mucho rédito en cuanto a posibilidad auditiva o una buena distribución zonal del sonido. Ahora una buena frecuencia como Continental, extraordinaria, de las frecuencias bajas, eran la vieja radio porteña, una maravilla, una frecuencia tan buena como la de Continental como Radio 10 son las mejores frecuencias que hay hoy por hoy. Y no entiendo por qué han perdido la significación que tenían en el dial, no entiendo. Puede haber habido un problema de cambios de … Francamente no lo sé. Falta de idoneidad sí, en muchos casos.
-Conducís el programa musical Mirá lo que te traje con Bobby Flores, ¿escuchás música actual?
-Sí, también escucho, no de la actual, actual. Es decir yo con el rock tengo una amistad hasta cierto punto, hay cosas que son para los más jóvenes y que la interpretan los más jóvenes porque hay una cuestión, es extraordinario como los jóvenes pueden decodificar las letras de algunas canciones que yo no puedo, no lo entiendo. A Charly que me gusta tanto algunas cosas se las capto fácilmente y otras no pero los jóvenes sí, quiere decir que el viejo está medio sordo, si es medio sordo no tiene la culpa el género, tenés la culpa vos, tienen la culpa tus 80. Y uno además no puede entender todo, tu emoción no es tan amplia, tu capacidad emotiva y receptiva no es tan amplia como para captar todos los géneros, yo soy un melómano, yo vivo a través de la música. La música me sostiene, la música me eleva, la música me purifica y entonces escucho mucho folklore, mucho tango, mucha música clásica, me gusta mucho la ópera ligera. Vos has visto que en los sellos grabadores de todo el mundo, por ejemplo, te dictan cantantes de ópera, grandes cantantes de ópera pero fragmentos no óperas completas porque para escucharte una ópera completa tenés que ser amante de la ópera y conocedor de la ópera y conocedor del idioma porque sino, no te va a gustar. Entonces la mayor cantidad de discos que se venden son las óperas completas. Se siguen vendiendo los tres tenores cantando canciones populares en Cala Cala, vos no habías nacido para ese entonces (risas), o en Los Ángeles, cosas verdaderamente muy hermosas pero más directas. Se toman sí fragmentos de ópera pero tienen que ser cosas más directas.