En el mundo de las artes escénicas corporales, ciertos nombres propios se vuelven una marca, logran condensar una estética impecable que genera seguidores/consumidores en la economía globalizada. Se absorben, en esas denominaciones, los nombres propios individuales de los creadores e intérpretes que, por décadas, nutren ese proyecto-empresa que no solo ofrece obras completas, sino también performances en eventos, publicidades y hasta merchandising. El Cirque du Soleil quizás sea el caso de mayor dimensión. En la Argentina, Fuerza Bruta podría ser un ejemplo. En Estados Unidos, Momix y Pilobolus. El primer grupo, dirigido por el coreógrafo Moses Pendleton desde 1980, estuvo el año pasado en el Teatro Coliseo. Ahora, en el mismo teatro, está Pilobolus, la compañía que comenzó en 1971, por impulso del mismo Pendleton y otros artistas del cuerpo. Este domingo, bajo la actual dirección de Renée Jaworski, el espectáculo Despierta tus sentidos de Pilobolus incluye cuatro piezas breves: On the nature of things, All is not lost, Day 2 y Gnomen, en el que, desde la fisicalidad, un cuarteto masculino trata cuestiones como “la hermandad, la amistad, la fuerza y la vulnerabilidad”, define Jaworski.
—¿Qué dio origen a este grupo ?
—Pilobolus empezó en 1971 en el Dartmouth College en New Hampshire. Era un tiempo en que la danza moderna era algo muy serio. [En cambio], Pilobolus trajo humor e ingenio al escenario. Pilobolus crea mundos en el escenario, cada uno con un nuevo vocabulario. Nos inspiramos en el mundo que nos rodea y en ideas que no existen aún en la realidad. Buscamos deslumbrar al público con hazañas sorprendentes. Usamos el cuerpo [para crear] historias que relatan ilusiones a la experiencia humana.
—¿Qué vínculo hay entre Pilobolus y Momix?
—Momix es una compañía fantástica. Compartimos una historia y una filosofía que data de nuestros inicios. Cuando Moses Pendleton trabajaba con Pilobolus, compartimos el deseo de crear ilusión usando el cuerpo humano. Yo tuve la suerte de trabajar con Momix por seis años. En ese tiempo, aprendí a darle a la audiencia una experiencia inesperada, para ayudarla a olvidar sus vidas de todos los días y a tocar sus emociones.
—¿La danza para vos es...?
—La danza es el uso del cuerpo o de un grupo de cuerpos como una herramienta comunicativa y expresiva en relación con el mundo. Un bailarín lleva su cuerpo más allá de lo que él mismo y los demás creen posible. La habilidad de la danza y el movimiento encienden partes de tu cerebro que trascienden la escritura y las herramientas de comunicación verbal. Esto produce emociones y, a veces, una disonancia cognitiva que te permite explorar, preguntar y redefinir tus creencias. Cuando la gente se mueve o mira danza y movimiento, crea una experiencia emocional compartida, un vínculo que se siente profundamente y cruza límites culturales. La danza es algo poderoso.
