Ingrid Grudke sorprende. Su belleza imperturbable sólo puede pasar a segundo plano por su simpleza, tal vez, el mejor secreto de una de las más exitosas top models argentinas. Una mujer que, a los 33 años, se enorgullece en pasar las Fiestas en su pueblo Oberá, en Misiones, con su familia.
Grudke, la mujer que hace estallar en aplausos al público cuando avasalla la pasarela –porque decir “caminarla” suena a poco–, tiene su fuerte en esa frescura que le permite, por ejemplo, caminar descalza por el pasto de las bellas estancias Villalagos, en Punta del Este, con sus tacos en la mano, para conseguir la mejor foto. Y terminar la producción a las risotadas, con el corpiño de la bikini puesto por sobre su vestido, para ganar tiempo, entre cambio y cambio de vestuario. Tal vez el profesionalismo de una top pase por esos detalles.
Noticias: ¿Qué proyectos evalúa para este año?
Grudke: Tengo una propuesta para volver a la televisión que me encantaría que salga. En la calle me preguntan siempre cuándo regreso. Quisiera hacer tele, pero está muy verde el tema. No voy a decir nada, porque después no sale y quedás como una mentirosa (ríe).
Noticias: ¿Y mientras tanto?
Grudke: Estoy con mucho trabajo, me llaman mucho del interior para hacer pasarela o conducir eventos. Hasta abril estoy con la agenda llena. Haré una campaña de zapatos y soy la imagen de un boliche en Córdoba. Me contratan para muchas fiestas populares o eventos empresariales, en los que conduzco y hacemos un show de humor y glamour con Gladys Florimonte.
