Las imágenes de aquella época son demás elocuentes pero, en este caso, vale muchísimo más que la confirmación llegue en forma de palabras. Jennifer Aniston confesó que tras la ruptura con Brad Pitt estuvo a punto de convertirse en una auténtica Bridget Jones.
" Realmente me convertí en Bridget Jones. Me pasaba días tirada en el suelo, comiendo kilos y kilos de helado", confió la actriz a Look magazine.
Y la verdad que no es para menos... Aniston estaba casada nada más ni nada menos que con el hombre más deseado del planeta. La relación era casi perfecta hasta que un proyecto laboral acabó, de un golpe, con ella. Al blondo actor le ofrecieron protagonizar Señor y Señora Smith con la bomba sensual, Angelina Jolie. La química entre ellos fue instantánea y la pobre Jennifer se enteró de ello por la prensa.
La vida siguió para todos y Aniston se cruzó con otro hombre más que atractivo: el modelo británico Paul Sculfor. Si bien ella se niega a darle entidad de " relación seria" al vínculo que mantiene con él, fueron descubiertos una decena de veces juntos –y mimosos- por los paparazzi.
Sin embargo, más allá de la entidad que la rubia actriz quiera darle a esa relación, lo cierto es que, otra vez, la dejaron sola. El modelo decidió volver a instalarse en Londres para dedicarse de lleno a su carrera.
" Su regreso a Londres, el mes pasado, me dejó muy triste. Pero pienso viajar seguido a visitarlo", habría expresado la actriz, según el diario El País.
Pero no todas son penas Jennifer. Por suerte, su carrera sigue en ascenso. Está a punto de estrenar Marley & Me , la película sobre las memorias de John Grogan, en la que comparte cartel con Owen Wilson. Además, ya puso su firma para protagonizar junto a Scarlett Johansson y Drew Barrimore la comedia Hw's just not that into you.