A sus 44 años, Demi Moore sigue empeñada en seguir siendo por siempre joven y mantener la figura casi perfecta que exhibió en varias de sus películas más taquilleras. Pero el secreto de Demi para luchar contra el envejecimiento no es otro que su apuesta por la cirugía estética, a la que ha destinado miles y miles de dólares.
La ex de Bruce Willis, casada ahora con el jovencísimo Ashton Kutcher, no tuvo reparos en gastarse una suma cercana a los 460.000 dólares en cirugía plástica para poder así mejorar sus contratos para el cine.
Es que, según Demi declaró al diario británico Daily Mail, “en el mundo del cine no hay buenos papeles para las mujeres mayores de los 40”. Y en todo caso, “los que hay, o no tienen sustancia o sólo están dedicados a las madres o esposas”.
En su lista de gastos, se incluye una liposucción (32.500 dólares); implante de busto (22.000 dólares); lifting (7.300 dólares), tratamiento facial con productos químicos (22.000 dólares); colágeno (400 dólares cada inyección); blanqueo láser de dientes (12.600 dólares); operación de rodilla (10.100 dólares), y hasta un profesor de gimnasia (335.300 dólares).