A principios de los 90 fueron Woody Allen, Soon-Yi y Mia Farrow. En 2000 fue la todavía provocadora Angelina Jolie, su hermano James y papá John Voight. Cada tanto, Hollywood nos da algún culebrón políticamente incorrecto que involucra amor y relaciones filiales. Bobbi Kristina Brown, la niña que creció en medio del tormentoso matrimonio, cargado de drogas y excesos, de Whitney Houston y Bobbi Brown, es quien protagoniza el escándalo más reciente.
A ocho meses de la muerte de su madre, Bobbi anunció en un adelanto del nuevo reality show de la familia, The Houstons: on our own, que tiene una relación y se comprometió con su “hermano”, Nick Gordon, a quien la cantante adoptó informalmente hace diez años.
Los rumores de la existencia de un vínculo que superaba el amor fraternal entre Bobbi y Nick comenzaron a hacerse escuchar apenas un mes después de fallecida la protagonista de El guardaespaldas. Y las fotos que comprobaron los rumores no tardaron en llegar: el 13 de marzo se mostraron a los besos frente a una pizzería en Atlanta.
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