Entrevistar a Elizabeth Vernaci resulta extraño. Se la vio en televisión, pero en el imaginario continúa siendo una de esas voces que nos acompañan. Y al hacerlo, se ve que ella responde con el mismo tono que cuando está ante el micrófono, sólo que moviendo más las manos, enarbolando un cigarrillo. Enérgica, divertida. Como en la radio. Como si esa mujer que ahora trasladó su Tarde Negra al horario de las 13 –lo cual la emparenta aun más con Mario Pergolini– fuera, en el fondo, esa “Negra” que insulta desde su lugar –aunque promete no seguir haciéndolo–, que se burla, que critica. Como si esa mujer que da la entrevista hubiera sabido construir un personaje, una voz radial, que es ella misma.
— ¿Cuántos años llevás en la radio?
— Empecé a los 20, tengo 49... 29 años llevo.
— ¿Alguna vez en todo ese tiempo viste una guerra entre medios como la de hoy?
—No, la verdad que nunca. Participé en la época de Malvinas, en los 80, en los 90. Nunca había vivido esto de ser culpable por dónde te ubicás ideológicamente. Esto pasaba en la época de Evita, por lo que me contaba mi vieja. Nunca viví esto de que si estás con alguien el otro te odia, y que no se respete que quizá una no está ni con uno ni con otro. La frase de hoy es: “si estás en el medio no estás en ningún lado”. Y sí, ponele que no estoy en ningún lado. ¿Está mal no estar en ningún lado? ¿Qué problema hay? Parece que hay que sospechar si no tenés una idea política. Hay una caza de brujas. Hoy el kirchnerista es acusado, cuando es su ideal y es respetable. Y el opositor también es acusado... Hay un ataque constante a las ideas. A mí me dicen de todo porque tengo a la gente de 6, 7, 8. ¡Estaban conmigo antes de eso, antes de que en este país regresara la militancia!