La soledad desespera

El programa es nuevo, viene anunciado con bombos y platillos y trata un tema sensible –para ser sincera–, que involucra a muchos: la soledad.

En la apertura, el ciclo proclamó que hay 8 millones de solitarios que habitan el territorio nacional, y aunque no utilizaría ni como último recurso participar de un talk show para conseguir un novio, es bueno saber por qué otros (14 en este caso) sí lo hacen.

El programa es Para siempre... ni solos ni solas, producido por Endemol, y conducido por la actriz Claribel Medina, a partir de las 17 por Canal 13.

Participan siete mujeres y siete varones, por ahora. En algún momento puede haber más, y todos son y serán heterosexuales. No habrá premios ni dinero, de lo contrario sonaría raro recibir un cheque por encontrar al amor de tu vida. Sólo, y así lo confirmó la productora, hay dinero para viajes, cenas o salidas de los participantes que tengan afinidad y quieran intimar o compartir un momento distendido. No se confirmó si Endemol financiaría salidas (o mejor dicho, entradas) a albergues transitorios, aunque sí que allí no entrarían las cámaras.

Tampoco se dijo si se pagarían los gastos de una fiesta en el caso que dos participantes den el sí, como lo hacía Roberto Galán en su archiexitoso Yo me quiero casar, ¿Y usted?, que armaba unas festicholas impresionantes –por kitsch– a modo de casamientos colectivos.

Pero Para siempre..., que se inscribe dentro de la tradición iniciada por Galán, es un producto que suma características diferentes. Por ejemplo, hace hincapié en que las personas que participan entiendan las razones de su soledad. Para eso formó un panel con un sexólogo, una psicóloga y una asesora de imagen. Y más tarde se sumarán otros profesionales, según vayan necesitándose. Sería bueno que el programa dure mucho, pero mucho, mucho tiempo, porque no es nada fácil; a algunos les lleva toda la vida descubrir las raíces de la imposibilidad de encontrar a otro y de vivir una historia de amor. No es fácil enfrentar los miedos y las frustraciones del pasado y las de nuestros padres y abuelos y tatarabuelos.

Bueno, para eso -podrán decir-, existen las terapias cortas, que a más de uno le habrán dado resultado, y por qué no la televisión, que si o sí debe dar buenos resultados y en el corto plazo.