Eduardo Vázquez es uno de los seis jóvenes que un día de 1995 comenzaron a juntarse en Villa Celina, partido bonaerense de La Matanza, para tocar rock and roll en una banda que al principio se llamaría Río Verde (por "Green River", una canción de Creedence Clearwater Revival, grupo del cual eran fanáticos) pero que luego sería conocida por el tristemente célebre nombre de Callejeros.
Vázquez vivió junto a sus compañeros el ascenso meteórico de Callejeros: pasaron de grabar un par de demos a lograr lanzar tres discos ("Sed", "Presión" y "Rocanroles sin destino") y de presentarse en teatros barriales a tocar en el mítico Estadio de Obras Sanitarias durante 2004, el año de su consagración.
Pero el año terminaría para ellos en tragedia: el 30 de diciembre tocaban en República Cromagnon, boliche propiedad del empresario Omar Chabán, cuando un elemento de pirotecnia inició un incendio que se llevaría la vida de casi 200 personas y dejaría marcas en aún muchas más.
El baterista fue el primero en advertir el incendio y dejar de tocar, pero además la tragedia lo golpeó en forma personal, ya que su madre fue una de las víctimas fatales. Él, como toda la banda, debió seguir el largo proceso judicial oral por homicidio que duró casi cinco años. Al final, la justicia condenó a Chabán y al manager de la banda, Diego Argarañaz, y absolvió a los músicos.
La banda ya había vuelto a los escenarios después de la tragedia, y a partir del fallo vollvió a presentarse el 1 de febrero en Mar del Plata y está anunciada para tocar en el Cosquín Rock el próximo 13 de febrero.