El periodista Gerardo Rozín, a los 41 años, hace de todo y cambia el sueño de una primera mañana de radio, por lograr una entrevista sobre libros con la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En una entrevista con Perfil.com revisa su carrera y sus ilusiones.
Contento con sus programas en radio y televisión, cambió la "pregunta animal" que hacía en el viejo Sabado Bus por averiguar cuáles son los libros que marcaron a sus entrevistados. Su única preocupación, sus hijos. Un proyecto: un guión para una comedia romántica sobre judíos que le entregó a Adrián Suar.
El Rozín actual vive con la aprobación de su propia experiencia. Sólo tiene dos momentos libres para reuniones; el resto del día lo divide en las distintas responsabilidades que lo mantienen activo como periodista.
Los sábados, dice, es “uno más” en la producción del nuevo Sábado Bus y cuando vuelve a su casa, a las 3 de la madrugada, planifica el resto de la semana. Todas las tardes de lunes a viernes siente que “juega en primera”, cuando conduce Mundo Rozín por POP Radio; a la noche tiene su espacio en C5N para entrevistar a referentes de la actualidad, pero los viernes se enfoca en descubrir a sus invitados a través de sus lecturas (en Esta noche, libros).
También revela su costado como escritor. “Le vendí un guión a Pol-ka (la productora que fundó Adrián Suar), estoy esperando que lo hagan", cuenta, y añade: "Es una comedia romántica judía, muy divertida”.
Pero antes había escrito otro guión que asegura que "me lo robaron". Fue un éxito pero no le rindió ningún beneficio. “La idea la desarrollé con una persona y esa persona luego lo vendió. En el mundo de la tele se sabe, pero como no lo denuncié por entonces no lo voy a denunciar hoy… Ya está, lo mandé a pérdida”, expresa.
De su ecléctica trayectoria, recuerda cuando fue productor de Hora Clave, el programa de Mariano Grondona. Si bien dice que mantienen una relación respetuosa, reconoce las diferencias ideológicas que tenían y tienen con el conductor y es firme cuando dice: “Yo sí resisto a un archivo. Yo le dije todo lo que pensaba, que es más o menos lo mismo que pienso ahora… que fue previo al kirchnerismo”.
Dice que a las elecciones primarias las “tomó como todo el mundo”. Si bien comparte muchas cosas del gobierno de Cristina, "menos sus odios", le sorprendió que la brecha entre el oficialismo y la oposición fuera tan amplia, y opina: “No me parece que la oposición tenga razón en plantear esto como una derrota porque fueron separados… ¡50 puntos!... ocho años de gobierno… será que algo los tipos han hecho que por sí mismo merece ser reconocido por la gente”.
Rozín, el pícaro, se anima incluso a fantasear con su propio portfolio como un "Macho Bus". Bromea que lo haría desnudo, dice que tendría que adelgazar “una, dos o tres decenas de kilos” y después se imagina que actuaría como Barton Fink, el de la película de los hermanos Cohen.
(*) especial para Perfil.com