Es probable que aquel 3 de junio de 1968 en que debutó con Almorzando con las estrellas, a pedido de Alejandro Romay, esa Mirtha Legrand no sospechara que se transformaría en el ciclo más prolongado de la historia de la televisión argentina. Es posible que no imaginase que iba a llegar al aire hasta el año 2011 y que, con casi 84 años cumplidos –los festejará el próximo 23–, se iba a transformar en la persona más longeva del mundo en tener un programa diario. Es casi seguro, también, que no se le haya pasado por la cabeza que su programa tendría un final tan imprevisto como traumático, en medio de un clima denso, lleno de claroscuros.
Porque la noticia es ésa: en el momento en que se escribe esto, todo indica que el del próximo viernes 18, desde Mar del Plata, será el último almuerzo de Mirtha Legrand.