María Laura, María Emilia y María Eugenia (52), las reconocidas “Trillizas de Oro”, están acostumbradas al ruido. Cuando se reúnen madres, hijas y nietos, las risas, los gritos y las charlas, ponen fin al silencio profundo que habitualmente reina en la casa de Pilar, donde los jardines limitan con una cuidada cancha de polo.