Viernes 4, hora 20. Anochece en Buenos Aires y la terraza del restó Godoy, en Palermo, está atestada de técnicos, iluminadores y sonidistas. Alejandro Agresti, cámara en mano, da las últimas directivas antes de que comience una nueva escena de Dictablanda, la película estadounidense que se está rodando en nuestro país con John Cusack como protagonista principal.
El actor de Cuenta conmigo quedará en un segundo plano por un instante. En esta película, está claro de entrada que puede pasar cualquier cosa. Como, por ejemplo, que en medio del tumultuoso set aparezca una espléndida Luciana Salazar. Luego de transitar su semana mediática más tumultuosa, tras haberse separado de Martín Redrado y haber sufrido una crisis emocional importante, Lulipop está ahí, puntual y lista para hacer su participación. PERFIL fue testigo.
Enfundada en un escotadísimo vestido negro, un productor le presenta a Cusack, –ya famoso por su proclamado gusto por “la carne argentina”–, quien queda deslumbrado al verla en persona. El momento dura sólo unos minutos. Después de la presentación, Luli ya está haciendo de una vedette que llama la atención de Tony, el personaje que encara Cusack. Cualquier similitud con la realidad será pura coincidencia.
“Luciana hizo bien su papel, pero cuando tuvo que meter un bocadillo en inglés, no le salió y la escena siguió rodando”, contó a PERFIL uno de los testigos inmediatos en el set. No habrá tiempo para más: Luciana saluda y se va y Cusack pone sus ojos en ella, mirándola caminar hacia la puerta.
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