París – Manu Chao volvió a acaparar esta semana la atención de la prensa mundial con la presentación de su nuevo trabajo discográfico, La Radiolina. Viajero incansable y figura de la lucha antiglobalización, Chao es conocido por sus posiciones políticas de izquierda, que no vacila en manifestar en sus canciones y conciertos. De todos modos, rehúsa que lo consideren como una estrella o un icono.
“Soy cantante y soy ciudadano, puedo dar mi opinión, pero cuando se me habla de líder digo, 'stop'”, sostuvo el artista en una entrevista reciente con la revista francesaL’Express.
El cantante es, asimismo, un ferviente defensor del acceso gratuito a la música que permiten las nuevas tecnologías. La bajada pirata de música en la red es “inevitable” y los grandes sellos discográficos “mueren por su propia ley”, la ley del mercado, y reaccionan como “animales heridos” cuando presentan demandas judiciales contra los cibernautas, sostuvo el músico, quien sostiene que esas mismas demandas son “la prueba total de que han perdido” la batalla del libre acceso a la música.
Ahora, afirma que La Radiolina podría ser su último álbum en formato CD antes de pasar a una difusión sólo por la red. De hecho, a fines de mayo, el músico propuso la bajada gratuita de la canción “Rainin in paradize” en su propio portal, mientras en el continente americano, el nuevo disco estuvo disponible para los cibernautas una semana antes de su lanzamiento a través de una página de Internet.
Se trata del quinto disco solista del cantante –que nació en 1961 en París en una familia de intelectuales españoles– después de Clandestino (1998), Próxima estación: Esperanza (2001), Radio Bemba Sound System (2002) y Sibérie m'était contéee (2004). C
Característico son de sus canciones, la hibridación de géneros y estilos y la variación en los idiomas, que siguen presentes en La Radiolina, que además ya despuntó las bateas con canciones como “Rainin in paradize” que recuerdan el paso del músico por Mano Negra, uno de los grupos fundamentales del rock alternativo de fines de los 80 y del que Chao fue uno de sus fundadores.
La Radiolina posee además una atmósfera más sombría que los anteriores discos del artista, remarcada por sonidos estridentes como las sirenas de la policía, en una clara manera de cómo Manu Chao sigue manifestando sus preocupaciones sobre la situación social y política que tiñe al mundo.
De hecho, una de sus canciones (“Politik kills”) reclama: “En Bagdad, no hay democracia, porque es un país norteamericano”. Más adelante, en “La vida tómbola” el astro le rinde homenaje –una vez más– al ex futbolista argentino Diego Armando Maradona. El músico, que en la actualidad vive en Barcelona, dio en los últimos meses una serie de conciertos en México, Estados Unidos y Canadá, y emprenderá en octubre una gira por toda Europa.
Fuente: AFP