Con el alta médica y de vuelta en su departamento de San Cristóbal despues 18 días de internación a causa del trágico accidente que la puso al borde de la muerte, la modelo Mariana de Melo mantiene las expectativas sobre los planes que tanto la entusiasmaron para este verano.
Según cuentan sus allegados, apenas De Melo recuperó la conciencia, se puso sumamente ansiosa por volver a la rutina y retomar las múltiples ocupaciones que el año post “Patinando por un sueño” traía consigo.
De hecho, las letras de las canciones del disco que había comenzado a grabar y los parlamentos de la obra Asesíname suavemente, que iba a protagonizar en Villa Carlos Paz, permanecen intactos en su memoria.
“Ella está muy tranquila, muy lúcida, pero hay cosas que todavía no termina de entender sobre lo que pasó. De hecho, no tiene recuerdos del accidente, ni tampoco del show que había dado en el boliche de Santa Rosa. Por eso, un poco a través de lo que lee en Internet, lo que ve en la tele y lo que le contamos nosotros, va reconstruyendo la historia”, explicó el hermano.
Sin embargo, los médicos insisten en que el regreso a las actividades de la modelo deberá ser mucho más paulatino de lo que ella espera y que la readaptación debe ser progresiva. Fiel a ese espíritu inquieto que comenzaba a gozar de una cierta popularidad, la morocha “se pone como una nena cuando piensa en todo lo que se generó alrededor de ella, se sobreexcita”, explicó su hermano Javier.
Tal como lo demuestran las fotos a las que tuvo acceso PERFIL en exclusiva, el estado general de De Melo está muy lejos de aquel sombrío primer pronóstico que hizo que muchos temieran lo peor.
“Por suerte, no quedaron cicatrices grandes”, afirmó Javier. Las huellas del accidente se reducen a una pequeña marca en el pómulo derecho y otra en el abdomen, la que le dejó la operación en la que le extrajeron el bazo. Pero, en este momento, nada de eso parece preocuparla. “Ella sólo piensa en viajar a Carlos Paz para, de una vez por todas, debutar en la obra y cumplir ese sueño”.