Anoche fui a ver el espectáculo de Martín Bossi titulado Bossi Live Comedy. Después de varios años sin subirse al escenario como showman, producto de la pandemia y otros proyectos como Kinky Boots, el actor y cantante volvió a apostar a este tipo de shows como ya lo había experimentado antes del confinamiento que provocó el coronavirus.
El telón se abre y empieza una seguidilla de números artísticos entremezclados con monólogos donde el artista jamás abandona las tablas, mantiene al público expectante durante dos horas. En los primeros minutos de espectáculo Martín canta y hace un juego de interacción con distintos instrumentos, formando parte de su propia banda musical.
A sus 48 años, dato que repite dos veces, el showman se muestra agitado por las corridas que debe hacer sobre el escenario para ir a hacer sonar la batería, el saxo y una viola que cae del cielo. Pero sólo se trata de un acting ya que su estado físico le permite dejarlo todo en cada parte del show.
El público se muestra agradecido por su performance y en los distintos monólogos, donde Bossi reniega de los cambios sociales y culturales, más de uno larga carcajadas y asiente con la cabeza sobre las transformaciones que experimentó la televisión y la incorporación de nuevas figuras a formatos que ocupan el prime time o los géneros clásicos de la música que dejaron de tener un lugar central en la sociedad y fueron “reemplazados” por el trap o el reggaeton. Estas partes son entendidas y dirigidas a generaciones más adultas, ya que los jóvenes son expuestos por costumbres que los grandes también avalan, por ejemplo los videojuegos de guerra, lejos del histórico Pac Man que sólo comía frutas.
A mi entender, Martín no necesita criticar nada ni a nadie, aunque justifico algunas de sus críticas, para llevar adelante un espectáculo, pero reconozco que el público presente se ríe a carcajadas y aplaude cada una de estas situaciones.
Bossi es una de las pocas figuras del ambiente artístico que cumple a rajatabla las condiciones del verdadero showman. No le tiene miedo a nada y se nota que disfruta de cada instante arriba del escenario y en el cierre de su live comedy destaca la importancia de la gente que lo sigue desde hace 20 años por su trabajo.
Martín Bossi: "La gente tiene mucha necesidad de reírse, pero está más irascible"
Las imitaciones de Martín Bossi
Otro punto para destacar son las imitaciones. Este recurso que él siempre lo lleva más por el lado de la mímesis que de la imitación, aquí es utilizado muy pocas veces. Algunas voces de políticos o periodistas son incorporadas en un monólogo pero no forman parte de su propuesta en esta ocasión, ya que la figura central es él y su talento.
En el único cuadro donde podemos ver que personifica a una gran estrella de nuestra cultura es casi al final, poniéndose en la piel de Carlitos Balá. Allí los nostálgicos disfrutan al máximo de un mini show que recuerda al genio del entretenimiento infantil.
Bossi Comedy Live tiene distintos condimentos, uno de ellos es logrado gracias a sus músicos. Martín cuenta con una banda musical de primer nivel que le permiten recorrer distintos géneros e interpretar canciones de Luis Miguel, Andrés Calamaro, Elvis Presley, Nino Bravo y su clásico titulado “Noelia”.
JFJ / ED
