"Cualquiera diría que éste no era el mejor momento para mover fichas (nos dieron el Martín Fierro, nos premiaron en los Éter), pero yo realmente sentía que si no generaba un cambio, el programa entraba en una curva descendente irreversible", cuenta este auténtico hombre de radio y de familia, papá de Luca (el varoncito que tuvo con Nancy Dupláa) y de Mía y Alejo, ambos frutos de su actual y feliz matrimonio con Natalia Graziano.
- Los cambios se vivieron en varias emisoras, ¿cómo tomaste, por caso, la noticia del alejamiento de Mario Pergolini de la Rock & Pop?
- La tomé como algo... (piensa y tarda varios segundo en responder) como algo natural, hasta inevitable te diría. Desde que Andy (Kusnetzoff) empezó a ganarle en su horario histórico, y luego lo hizo (Santiago) Del Moro, a mí me parecía claro que Mario se iba a mover, sobre todo porque a él esos números le interesan muchísimo. ¡Este año quedó tercero! Me parece que preferiría tener un ACV antes que le gane Santiago del Moro de nuevo... De todos modos, te soy sincero, no quiero hablar mucho de él, durante años lo escuché destrozar a todos mis amigos con enorme saña, por lo que ni me interesa
nombrarlo. No es mi palo la polémica.
-¿Cómo evaluás la posición de Víctor Hugo Morales?
- Me sorprende, lo veo muy radicalizado, cosa que no me esperaba para nada, ya que él siempre fue un tipo muy equilibrado. Al mismo tiempo, quien conoce a Víctor Hugo sabe perfectamente que los dos o tres temas centrales que impulsó este gobierno son los temas de su vida y que, bueno, encontró un proyecto que le dio cabida y se fanatizó. Te digo más: en el tema medios y la pelea con el Grupo Clarín, Víctor Hugo no es kirchnerista, el kirchnerismo se volvió "victorhuguista".