Respecto del pase, Longobardi explica que “se dio de forma totalmente natural”. Allí es cuando suelta que “es más, los directivos de la radio me llenaron de advertencias respecto de Jorge Lanata: sobre de su carácter, su supuesto ‘divismo’, pero desde el primer intercambio fue todo lo contrario. Me encontré con un buen tipo, que ama lo que hace, que le gusta su trabajo y se nota y que, incluso, te diría que tiene su costado tierno. Entonces, es muy difícil que así no se produzca esa ‘magia’, ese clima increíble que los oyentes valoran tanto”.
Según él, “el hecho de darle una mayor continuidad a la radio, que ya no sean más ‘programas de radio’ sino una radio con programas, y que haya más comunicación entre todos los conductores, es algo que inauguró Daniel Hadad, haciendo así la mejor Radio 10 que recuerdo. Ese es uno de los méritos que hay que reconocerle para la radio argentina, en general”.
La nota se realizó el último miércoles por la mañana, mientras las versiones nunca confirmadas de intervención al Grupo Clarín se reproducían más que los gremlins en una pileta. En ese sentido, Longobardi confesó tener “esta sensación horrible de llegar el lunes a la radio y que la puerta esté cerrada con llave y custodiada, o que de repente les peguen un balazo a los ventanales de un canal de televisión, como lo que pasó en Cablevisión. Uno corre con ciertos riesgos inherentes a la profesión, pero hay otras cosas que ya empiezan a causar una mayor preocupación”.
