Yo te diré, el tema más pegadizo de Sin restricciones decía, antes de entrar en su estribillo, algo así como la declaración de principios de este grupo: “El placer de hacer exacto lo incorrecto, la paródica alegría de oponernos ante el resto”. De eso se trata Miranda!, de oposición, de incorrección y de parodia. Y por eso fue un grupo que de ser casi de culto para el público under, pasó a convertirse en bandera para adolescentes y hasta niños que buscan diferenciarse. Se conocieron en Cemento, en medio de esos varietés donde se mezclaba rock, teatro descontrolado y energía gay. Eso explica bastante de lo que es el grupo, sus letras, sus preocupación por la puesta en escena y su desenfado. Y eso lo dicen ellos, esta vez, sin la presencia de Juliana Gattas.
— Hace poco estuve en San Clemente, y en la calesita ponían el disco de Miranda! en continuado, era la música con la que jugaban los nenes de ahí.
– Ale Sergi (vocalista): Y es que hay mucho de juego en nuestra música, lo que hacemos es bastante aniñado, nos sentimos como niños jugando con el grupo, así se inició y así tratamos de mantenerlo por más que ahora se haya convertido en una cuestión tan seria y tengamos tantos viajes y compromisos. Tratamos que todo sea parte de un gran juego que es el de la “estrella pop”.
— ¿Y en qué les cambió la vida ser “estrellas pop”?
– BRUNO DE VICENTI (programación): A mí que me regalan el flan con crema en el restaurante (risas). No cosas grandes, un cafecito, una atención...
–No los altera, entonces.
–ALE: Es que si nos alterara seríamos unos estúpidos, porque la realidad es que nos la buscamos, ponemos nuestras caras así grandotas en los videos, en los discos, no somos artistas de culto, estamos jugando de verdad a ser estrellas, no es que nos lo creamos, pero es como un juego para nosotros, ser estrella pop, y hay que hacerse cargo de esa imagen.
– LOLO (guitarra): En general siempre es con buena onda las cosas que te dicen. Por ahí es “no me gusta lo que hacés pero lo respeto”, eso está bien.
–ALE: Para eso que no nos digan nada. La otra vez me calenté con un tachero por eso. “A mí no me gusta lo que ustedes hacen”, me dice, bueno, a mí me parece que vos manejás pésimo y no tengo por qué ir a decírtelo (risas).
—La verdad antes de hacer el disco Quereme, con música de telenovelas, ¿ustedes las veían?
– ALE: Sí, yo vi Una voz en el teléfono.
–MONTOTO (bajo): María de nadie.
– BRUNO: yo veía Cristal.
– ALE: Los que organizaban la entrega de los Martín Fierro nos propusieron cantar algunas de esas canciones en la ceremonia, y a partir de eso se nos ocurrió hacer el disco. El imaginario de la telenovela y el que maneja Miranda! son parecidos.
—¿Cómo definirían ese imaginario, esa estética?
–ALE: Es exageración, si hay amor es mucho, si hay desamor es demasiado, si hay baile es frenético, si hay colores son estridentes, si hay blanco es blanco total. La telenovela tiene eso, es exagerada, a veces muy barata, a veces muy cara. En nuestros discos es eso lo que pasa. Bueno, hasta ahora fueron baratos los dos, pero el próximo ¡va a ser muy caro! (risas)
–MONTOTO: Sí, esto de actuar es muy natural, nunca nos lo propusimos; actuar con el guión de nuestras canciones nos ha llevado a ser muy histriónicos, en extremo, a veces veo los videos y ponemos unas caras como para circo, es demasiado… pero me parece que en eso esta la gracia y eso es lo parecido a las novelas
–LOLO: Esto de ser unos personajes de fantasía se dio naturalmente.
— ¿Pero es verdad eso de “salió naturalmente”? ¿No lo pensaron un poco, ir por ese camino?
– ALE: Se dio naturalmente.
– BRUNO: hacer el ridículo arriba del escenario para un montón de gente era lo que más nos divertía.
– LOLO: Yo me acuerdo momentos claves como: “Lolo, estás re maquillado eh…” “Sí, ya sé no me importa” “Pero mirá que estás a full” “Sí, buenísimo”. Y salíamos y nos divertíamos muchísimo. Nos divertimos ahora también, nos cebamos con los maquillajes y las ropas, nos reímos de nosotros mismos y no nos da vergüenza. Nosotros tenemos mucho de recital de rock, pero también mucho de show de travestis.
–ALE: Es que justamente era eso lo que nos parecía que tenía toda la onda: hacer cualquiera. Eso es lo que nos parecía al principio. Hacer cualquiera que suene bien, no romper todo. Algo que nos llamó la atención es que en un comienzo, la prensa especializada en música se fijó mucho en nosotros y dijo cosas buenas, eso nos sorprendía, porque nosotros creíamos que….
–LOLO: Eramos el grupo más trucho del mercado (risas).
—¿Qué están tramando para el disco nuevo?
–ALE: Ya tenemos todos los temas, empezamos a grabar, esta bueno el material. Es como una síntesis de lo que hicimos y un poco más allá, es super directo como Sin restricciones, pero tiene un poco más de densidad sonora, como en Es mentira, lo que pasa es que Es mentira lo grabamos en mi casa y se escucha como el demonio, tiene un montón de instrumentos pero no se escucha ninguno. Ahora vamos a orquestar mucho más pero sin perder la dirección.
–BRUNO: El nuevo disco tiene capas de sonidos diferentes, hay piano, mandolina, pero es electrónico, incluso más que el anterior. Hay muchas más texturas, sintetizadores, secuencias, estamos re copados.
Almorzando con los Miranda!
Cuando Sin restricciones pegó el salto de popularidad, Miranda! empezó a recorrer una serie de programas, donde los miraban con cierta curiosidad.
–LOLO: Fuimos a lo de Susana, que aparte siempre nos gustó, yo la re veía cuando era chico.
–ALE: ¡Es una ídola total!
—Y cuando fueron a lo de Mirtha Legrand, ¿cómo les fue? Ir a ese programa confirma la fama.
–MONTOTO: Ahí mi abuela entendió que era en serio.
–BRUNO: Cuando la locutora dice: “El señor Nicolás Grimaldi (Montoto), músico”, ese momento es una locura total, estás como abstraído de la realidad.
–ALE: Lo que confirma eso es que había una movida fuerte en los lugares que íbamos, música electrónica, under, nueva que rescataba cosas de los ochenta, pero no era el mainstream rock al que estabamos acostumbrados. Está bueno que un grupo que sale de ahí tenga un espacio en ese tipo de programas, que son justamente los programas del país, es como formar parte de la cultura de Argentina.
—¿Mirtha qué les preguntó?
–ALE: Su pregunta fue “¿Les dicen gays, no?”. Igual fue la primera de unos cuantos que nos atribuyen la condición de gays, no se lo podemos adjudicar sólo a ella. Y fue genial tener un espacio tan tan masivo para explicarle al mundo que podés ser varón, puede no gustarte el fútbol, puede gustarte el maquillaje, comprarte ropa y cantar finito, ¡y no ser gay! Para nosotros esto no es nuevo, pero para muchos sí, y está bueno encarnar ese lugar.
–BRUNO:Los raros del barrio.