ESPECTACULOS

Ortega: "Los códigos de la amistad son fundamentales"

El productor escribió una columna de opinión en el diario Perfil.

Sebastián Ortega.
| Cedoc

Graduados es una ficción que me apasiona, por cómo se gestó (hace varios años, compartiendo charlas y observando a mi gran amigo Andy Kustnezoff, quien me sirvió de inspiración para el protagonista de esta historia), por la armonía y el entusiasmo con los que la fuimos desarrollando junto al gran equipo autoral, la producción y sus directores, por el elenco de lujo que pudimos armar, con Nancy Dupláa a la cabeza (que se convirtió en una especie de productora artística, por su garra y compromiso), junto a los talentosos Daniel Hendler y Luciano Cáceres, pero dentro de un elenco que es un regalo, todos se lucen, por la forma en que lo apoyó el canal, y por la repercusión impresionante que tiene en la gente, en la familia, en la sociedad.

Pero lo que más me importa de Graduados es que pudimos contar una historia que reúne los valores que me inculcaron de chico mis padres, el del amor por la familia y los amigos. Es un programa que transmite valores muy argentinos como el de los códigos en la amistad, algo que para mí es fundamental, y es una ficción que le da alegría a la gente, que la acaricia en cada emisión, con sus entrañables personajes, pero también con la nostalgia de aquello que quisimos ser cuando éramos adolescentes y aquello que somos actualmente, pero dando una mirada optimista, sobre que todavía hay mucho tiempo para concretar los sueños. Me gusta hablar con la gente, con el público, y saber qué les provoca nuestro programa, ver cómo lo disfruta mi familia, escuchar sus consejos, en algún punto esa base popular que tenían las películas de mi viejo, aggiornadas al 2012, están en la base de esta historia, que tiene los condimentos justos para gustarle al gran público, como sucedió con nuestra exitosa  tira Los Roldán, aunque desde otro formato y tono de comicidad.

A los pocos días de salir al aire ya lo sentía instalado en el gusto popular, y aunque el rating, lógicamente que como productor me importa, lo que más me llamaba la atención era el agradecimiento del público, ya que hay programas que generan mucha audiencia, pero no provocan esta especie de fanatismo. Cuidamos la calidad, nos importa que cada capítulo sea mejor que el anterior, no nos quedamos con el sólo hecho de hacer un éxito, nos gusta darle algo bueno a la audiencia, y sentirnos orgullosos de eso. Hacemos un programa con mucha felicidad, y con un gran trabajo de equipo, eso se transmite, el público percibe el respeto hacia ellos, y creo que por todo eso Graduados se convirtió en una ficción inolvidable.

(*) Presidente de Underground.

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