La vista previa de dos días por el divorcio entre el ex Beatle Paul McCartney y su esposa Heather Mills conluyó hoy en estricta privacidad, y según informan medios locales, el músico abandonó el edificio haciendo el signo de victoria. Mills, de 39 años, sin embargo se fue del lugar sin llamar la atención.
Sonriente y vestido con un traje oscuro, McCartney, de 64 años, llegó al tribunal y saludó a los periodistas con un "¡Buenos días!" y accedió como cualquier ciudadano en esa situación, a la sala 47 del Queen's Building, un edificio reservado para la tramitación de casos familiares. Él se mostró simpático frente a los periodistas, mientras que ella ignoró a la prensa y entró al tribunal con un gesto adusto.
Los abogados de ambas partes, se limitaron a difundir un comunicado conjunto en el que pidieron a los medios de comunicación "respeto para su intimidad y confidencialidad en el proceso", mientras las partes tratan de solucionar los "asuntos pendientes de su divorcio".
McCartney y Mills, que se conocieron en el 2000 y se casaron dos años más tarde, anunciaron en mayo del año pasado su separación y atribuyeron el fracaso de su relación a la intromisión de la prensa.
Los medios británicos habían informado sobre un posible acuerdo extrajudicial, que aún no fue confirmado. Con un patrimonio estimado en más de 825 millones de libras (unos 1.250 millones de euros), McCartney, de 64 años, es uno de los británicos más ricos, y podría llegar a pagarle a su mujer más de 170 millones de euros (más de 220 millones de dólares) en el caso de que haya acuerdo.
Uno de los temas que se dirime en el divorcio es la custodia de la hija en común, Beatrice, de tres años.
Mills, que perdió una pierna en un accidente de motocicleta, se prepara para participar en el concurso estadounidense de baile televisado Dancing with the stars, el mismo show que en la Argentina conduce Marcelo Tinelli.
Fuente: AFP