De brazos cruzados y con los pies clavados en la arena, Roberto Pettinato escucha con atención la minuciosa teoría de un veraneante acerca de la pesca de la corvina negra. Sin inmutarse demasiado y, para graficar la explicación, el hombre saca un ejemplar de tres kilos de un balde con agua. El vaivén de la cabeza del conductor transmite algo de interés, similar al de su mujer, la artista plástica Karina el Azem (38) al debatir con la esposa embarazada del pescador sobre los misterios de la gestación. La escena podría fundirse como una postal más del verano, si no fuera porque, para su paseo por las arenas de Punta del Este, "Peti", decidió estrenar, en cuerpo y alma, una malla enteriza que heredó de su madre. La idea cuya propiedad intelectual le pertenece al actor estadounidense Jim Carrey, quien hace unos meses desfiló con traje de baño de su mujer por la costa de Malibu, marcó tendencia en el Este.
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