Hollywood está en crisis. Sin estrenos posibles en salas de cine (que se niegan a abrir) y sin films en producción, se ha generado un cuello de botella con puntos suspensivos: ¿cuándo vuelve el cine grande a funcionar, a filmar y a estrenar?
En la lista de espera, para ser estrenadas, hay películas de estudios como Sony, Warner y Disney. Entre los títulos que tuvieron que atrasar su estreno figuran la nueva película de James Bond, No Time To Die, la próxima película de Marvel, Black Widow, el nuevo film de Christopher Nolan, Tenet, la adaptación al cine del clásico animado Mulán y la novena entrega de la saga Rápidos y Furiosos (que directamente decidió reubicar su estreno para el año que viene).
Los premios Oscar, entonces, también están en problemas. Frente a estrenos que pasan a proyectarse directamente online y una crisis de Hollywood como nunca en su historia, han tomado una decisión radical: para su próxima entrega, los films que se estrenaron digitalmente podrán calificar para categorías como Mejor Película. Así es: la famosa guerra con Netflix, al menos por una edición, llega a su fin.
Hoy la Academia demanda que para poder ser considerada a las nominaciones, la película se dé en una sala de cine comercial en el estado de Los Ángeles al menos por siete días seguidos (y tres veces por día). Esta medida también será alterada: ahora el estreno en salas puede contar si tiene lugar en ciudades como Nueva York, Chicago, Illinois, Miami, Florida y Atlanta.
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Por supuesto, los enojos aparecieron de inmediato. Entonces, la Academia salió a aclarar los tantos: la medida tendrá lugar mientras no haya salas comerciales para el cine. Cuando esta situación se apacigüe, entonces vuelven los requisitos de antes, aquellos que generaron la tensión con gigantes como Netflix o Amazon.
Además de otras reglas internas, la Academia ha modificado las categorías de Mezcla de Sonido y Edición de Sonido, unificándolas en un solo premio, y la categoría a Mejor Partitura Original. El Mejor Largo Extranjero también sufrió una modificación interna.
¿Es un cambio temporal? Por ahora la Academia sostiene que sí, pero muchos creen que a la larga tendrá un efecto negativo en los estrenos en las salas de cine y el valor de ese estreno a la hora de ser considerada para el mayor premio de la industria.
