Me sienta bien
las dos partes artísticas que me toca vivir en estos momentos como es ser parte de
El secreto de sus ojos, que competirá por el Oscar y a su vez, cantar en un lugar tan
tradicional como el Tasso. Como actriz y cantante, continúo trabajando con la felicidad de siempre,
ésa que me nace al poder subir a un escenario tanto para cantar, actuar o filmar.
Es un misterio la magia que tiene la película. Me parece que hay algo de la combinación de
factores que está presente en el guión con la confección de
hilvanar diferentes tramas: policial, social, política, amor y de grandes
conflictos pero siempre pasados por la vivencia individual de seres comunes que viven situaciones
extraordinarias. Además, con Juan José Campanella y Ricardo Darín nos identificamos mucho en lo que
pensamos, tenemos una afinidad en la manera de ver la profesión y eso se nota en la pantalla. Uno
de los aspectos más importantes es el hecho de que Campanella es un gran director, capitaliza lo
mejor de cada uno; siento que
aprendí muchísimo filmando esta película y seguiría aprendiendo en la medida en
que trabaje con él. Y con Ricardo, tenemos mucha química que se dio de entrada tanto en este film
como en
El mismo amor, la misma lluvia, que tiene que ver con sentirse cómodo, una gran confianza
mutua. Es un actor enorme, que ofrece un espacio muy grande para la comunicación, el intercambio y
generar complicidad artística.
Es genial que la película esté en esa instancia, sobre todo porque Campanella ha hecho un
trabajo increíble y realmente merece estar en esa posición. Creo que al cine argentino lo puede
beneficiar para que
se realicen más películas en nuestro país, con mayor inversión, y que ayudaría a
todos. Pero de por sí la película ya tuvo un premio importante con lo que significa
romper con muchos prejuicios en los argentinos que es ir a una sala a ver una
película argentina para romper la taquilla.
La columna completa, en la edición impresa del Diario Perfil.