ESPECTACULOS
isabelle huppert

“Suelo trabajar por puro instinto”

La genial actriz francesa pasó por Buenos Aires como parte de la Semana de Cannes. Critica la concepción caricaturesca que los hombres tienen de las mujeres. Su visión del triunfo de Donald Trump.

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Ahora. En la película Elle, dirigida por Paul Verhoeven (centro), compone a una mujer que fue violada pero que no se muestra como víctima ni como vengadora. | Cedoc Perfil
Claude Chabrol, Michael Cimino, André Techiné, Jean-Luc Godard, Michael Haneke, Andrzej Wajda, Hong Sangsoo y, ahora, Paul Verhoeven: son tan sólo algunos de los directores que integran la filmografía de Isabelle Huppert, la actriz francesa más importante de su generación y aquella a quien Susan Sontag llamara “una artista total”. Huppert regresó a la Argentina para la Semana de Cine de Cannes, donde dio una masterclass y se exhibió Elle, película donde la actriz (junto con el polémico holandés Paul Verhoeven, director, entre otras, de Bajos instintos) crea una Madame Bovary del posfeminismo, a quien conocemos siendo violada en su hogar y desde ese brutal comienzo todo deviene un festín hipnótico sobre todo lo que Huppert puede crear en pantalla. Ella defiende sus personajes moralmente complejos: “Me gusta hacerlos. Suena simple. Me corrijo: los necesito. Es una necesidad. No puedo vivir sin esa experiencia colectiva que es crearlos”.

—“Elle” es una película distinta, muy radical, y las violaciones en ella han llevado a que se busque clasificarla como feminista o posfeminista. ¿Por qué creés que hay siempre una necesidad de encasillar las películas?
—Es algo que dije en algunas entrevistas, y tenía que ver con la idea de que este personaje, incluso a pesar de ser violada, no se presenta como una víctima, aunque eso no implique que sea una vengadora. Suele ser lo contrario de todo lo que esperás de ella. No busca una venganza brutal, masculina. Pero al mismo tiempo es el hombre del film, y está rodeada de hombres mediocres. Quiero decir que la película se anima a jugar y a presentar a los hombres con la concepción caricaturesca que suele tenerse de las mujeres (débiles, frágiles). En ese sentido, Elle se sale de la norma sólo para mostrar cuán boba es, y cuánto se puede lograr en una película si no nos rendimos ante estereotipos.
—Siempre has sabido crear personajes de una complejidad distinta, que no se quedan en la simpleza de las definiciones. ¿Es una búsqueda constante o creés que es algo que vos les das a tus personajes?
—Realmente no lo sé. Como muchos de mis trabajos, o casi todos, mantengo el “casi” para darme una oportunidad, no pienso en lo que hago. Suelo trabajar por puro instinto, con la intuición. Es muy difícil si se piensa mucho. Suelo compararlo con hacer escultura. Sé que suena básico, pero funciona de esa manera. Y de otra un poco más salvaje. Me gusta la idea de ese personaje prototipo, alguien que no existe en la calle o en ficciones previas.
—¿Cómo vivís el estado actual del cine, con tanques de Hollywood por un lado y películas de festivales por otro? “Elle”, por ejemplo, no se va a estrenar en Argentina.
—Creo que el cine está diciendo muchas cosas de formas muy distintas. Las películas que todos ven, las que ven menos personas, todas pueden tener sustancia y hablar del mundo. Su poder es contener, tener contenido, pero no creo que tenga responsabilidad. Ni quiero pensar en algo así. El cine tiene que ser libre, y eso le hará entender sobre qué debe hablar. La responsabilidad sobre el mundo la tienen los políticos.