Le pasa a muchos hombres separados y Marcelo Tinelli no es la excepción. El jueves Paula Robles se llevó a los chicos a comer con los abuelos y el conductor quedó abandonado a su suerte culinaria. Pero en vez de pedirle a alguna de sus mucamas que le preparara algo para él solo, prefirió cruzar la calle para comprar comida. Sin custodia, salió caminando del edificio Le Parc con ojotas, bermudas, gorra, anteojos de sol y una remera de mangas cortas que dejaba ver su brazo tatuado. Sabiendo que una decena de fotógrafos lo esperaba para retratarlo sin su esposa, Tinelli eligió dejarse ver con un look acorde al clima y –tal vez– a su nuevo estado de ánimo.
Renovación. Está acostumbrado a los cambios de aspecto, pero ninguno había sido tan radical como el de este verano. Llegó a Punta del Este flaco, rapado a cero y con un llamativo tatuaje místico que cubre la totalidad de su brazo derecho. “Preguntale a ella”, respondió seco cuando los periodistas quisieron saber qué había dicho su esposa sobre su imagen renovada. Es casi un cliché pensar que las transformaciones estéticas tienen un correlato espiritual, pero el contenido religioso del dibujo hecho por Candelaria, su hija mayor y estudiante de diseño de indumentaria, dio la pauta de que el Tinelli 2009 ya no era el mismo.
Hace unas semanas, se había confirmado otra separación: su director artístico y mano derecha, Alejandro Stoessel, dejó Ideas del Sur y le trabó un juicio por más de $ 2 millones y la autoría dePatito Feo, que llevó al allanamiento de las oficinas el mes pasado. La salida de su hombre de confianza es casi un divorcio, justo antes de que el conductor tenga que ajustar cuentas con Robles. Aunque no se sabe cuándo lo decidieron, la separación fue la solución natural en un matrimonio en el que la situación ya era insostenible. Por ahora, viven juntos en el mismo piso de Le Parc, pero es cierto que el departamento tiene metros suficientes como para que puedan evitar cruzarse. El conductor compró hace dos años una casa que está acondicionando y podría mudarse allí con sus dos hijas mayores, Candelaria y Micaela.
Hoy, en vez de reunir a la familia para celebrar Pascuas, prefirió partir hacia Uruguay. Nada de descanso y reflexión en la opulenta casa de Punta del Este, el destino es Colonia, el escenario elegido para la grabación de la apertura del nuevo ShowMatch. Emulando el comienzo de la serie Lost, el conductor viajó con su equipo para la filmación. Sabe que si pretende una resurrección, más le vale rodearse de los que integran el programa que se convirtió en emblema a lo largo de veinte años.
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