ESPECTACULOS
Roberto Pettinato

“Tinelli tiene cara de tipo triste, apagado”

El músico y conductor asegura que si con un chiste hiciera caer un gobierno, no dudaría en contarlo.

Colorido. Pettinato en uno de los sillones en el SUM de la torre palermitana donde habita y por lo que gastó todos sus ahorros. También le compró un departamento a su hija y le regaló a su hijo un coc
| Grassi

Edificio residencial de calle Salguero de estilo modernista: treinta pisos en el barrio de Palermo. Una señora bien, de aproximadamente 65 años, mira con desconfianza. “¿Quiénes son? ¿A qué piso van? ¿Hablaron con el portero?”. Al abrirse las puertas del ascensor, la señora, rubia, de anteojos negros de free shop,  lanza de sus labios “colagenosos” pintados de rojo furioso y con tonito nasal: “No, no, no. Suban. Yo me tomo otro”. Al contarle la situación a su vecino, Roberto Pettinato, contesta: “Era una de las tantas viejas conchetas. Es una jew (judía en inglés) con plata”.

Pettinato vive en el octavo piso pero el encuentro con PERFIL se realiza en el SUM del primer piso de la torre. Enciende el aire acondicionado, lo pone en 22° y abre las cortinas. En el fondo se ve una pileta de unos 40 metros y se divisan varias personas tomando sol. “Hace dos años que vivo acá. La verdad que adentro es todo durlock. Los amenities son las mejores que vi en mi vida: gimnasio de la concha de la lora, jacuzzi, todo lo que nadie usa”. Confiesa que su casa lo relaja mentalmente y que está pensando en escribir teatro, algo que hacía “cuando era chico, a los 20 años”. Revela que se trata de un drama de pareja entre un hombre y una mujer, “mi idea es que sean Julieta Díaz y Ricardo Darín, se los comenté en persona y se coparon”.

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Durante los viernes de febrero, Roberto Pettinato hará su espectáculo teatral Me quiero bien, en el Teatro Apolo de Buenos Aires mientras que los sábados del mismo mes dará funciones en Las Grutas. “Mi espectáculo no son monólogos de Polino. No hablo ni de la Presidenta ni de Macri. Es algo más delirante y mucho más basado en Seinfeld”.

—A vos siempre te importó el prestigio más que la popularidad, ¿no?
—Tener prestigio y onda es lo mejor que te puede pasar en el mundo del espectáculo, y lo único que uno debe tratar de conservar. La peor enfermedad es pasar de moda.
—Urdapilleta tenía prestigio. Nunca transó por dinero ni por popularidad. De hecho, nunca hubiera vivido en un edificio como éste...
—Esto yo lo hago porque tengo dos hijos pequeños y les tengo que dejar algo el día de mañana. Todo lo que ahorré en un momento lo puse acá. Y se terminó.
—¿Este departamento es la única propiedad que tenés?
—Sí. Toda la guita me la he gastado en instrumentos y viajar. Tamara me dice: “¡Pará! ¿Qué nos vas a dejar cuando te mueras?”. Y yo le contesto: “Tamara, yo no soy Tinelli”.
—¿No les pusiste cosas a su nombre?
—A Tamara le compré un departamento muy chiquito y Homero quería un auto y le regalé el mío, que era un Honda Fit. Felipe aún vive con la madre.
—¿Te queda algo de aquel hippie de Sumo?
—Sí. Hago mierda la plata. Lo hippie te queda en la manera de pensar, en saber cómo manejarte, en darle el valor justo a lo material. Yo no sé si Susana con los viajes a Miami es feliz. Tinelli, tipo multimillonario, no le veo la cara de un tipo feliz. Lo miro a la cara y veo a un tipo triste, apagado.
—¿Y la vanidad dónde queda? Mario Pergolini dijo que la vanidad lo lleva a querer siempre ser el primero.
—Yo creo que la clave no es ser primero ni segundo, sino no pasar de moda.
—¿Mario pasó de moda?
—Y sí. La gente dice: “Uy Mario, el de La TV ataca”.

Aún no firmó la renovación de contrato con Eyeworks-CuatroCabezas para volver a conducir Caiga quien caiga en la pantalla de El Trece. El programa está saliendo al aire sin él en formato diario. “Oficialmente vuelvo el 1° de marzo cuando pase a una vez por semana”, responde, y dice que no mira TV abierta.

—¿Vas a seguir haciendo chistes sobre Tinelli?
—Sí. Tinelli representa, aunque él no lo sepa, un cierto malestar psíquico de la sociedad que genera ese tipo de programas.
Tras una década de conducir la primera mañana de La 100, FM, del Grupo Clarín, Pettinato decidió cerrar un ciclo exitoso de El show de la noticia. ¿Motivos? “Fue por una cuestión física. Llegó un momento en que me levantaba a las 3 de la mañana y me ponía a escuchar discos por auriculares. Dormía tres horas”. Asimismo, Pettinato no abandona la radio: recibió la propuesta de Hernán Montiel (director de Mega 98.3) y José Luis Rodríguez Pagano (director de las radios de Indalo Media) para la segunda mañana de la alicaída FM de Cristóbal López. “Todavía no firmé”, contesta; “pedí por un año. Primero me tengo que adaptar y conocer la onda”, explica el conductor, quien irá de 9 a 12 a partir del 1° de marzo acompañado por su hija Tamara. Petti quiere llamarlo Tamara y él.    
—¿Conociste a Cristóbal López?
—No lo vi en mi vida. Me llamó Pagano, nos reunimos y me cayó muy bien. No tengo idea. Creo que la van a mudar a Ideas del Sur.
—¿Caíste en la cuenta de que Tinelli va a ser tu jefe?
—¡Jodeme! ¿Va a ser mi jefe?
—Sí. Es CEO de Indalo Media. ¿Aceptarías sugerencias de Tinelli?
—Y… Lo voy a tener que aceptar si es que me va mal con el stand up, pero si me va muy bien, le diré: “Fuck you”. Ojo, así como sé levantarme también sé arrodillarme. Tengo la capacidad de lamerte las botas muy fuerte.
—¿Creés que en una radio de Cristóbal López podrás hacer chistes sobre el kirchnerismo o incluso de Cristina? Hasta hubo despidos por eso.
—Me parece muy loco la aparición en primer plano de los empresarios del mundo del espectáculo como Cristóbal López, Magnetto, Hadad. Son tipos que no me interesa conocer, salvo que me llamen y me digan: “Te voy a regalar un auto 0 km”.
—¿Aceptarías un regalo de López o Tinelli?
—Sí. Ahí subo los cuatro u ocho pisos. A mí me contrataron como una estrella de su radio, aunque no creo que me traten como tal. Sí, voy a tener sueldo de estrella, pero no creo que conozca a Cristóbal López como tampoco nunca le di la mano ni conocí en persona a Magnetto.
—¿Te vas a cuidar?
—¿Vos decís si voy a hacer chistes sobre casinos?
—¿Vas a tener esa libertad?
—Yo siempre supe nadar en las peores aguas. Soy hijo de exiliados. Ya sabemos lo que es estar en la época de Perón en la gloria total y de la noche a la mañana estar en una embajada. Aparte, tengo conciencia de lo que es un chiste. Si vos me decís que si hago un chiste cae un gobierno y nace una nueva Argentina, lo hago dos veces.
—Pero te despiden, ¿no?
—Sí, lo más probable es que me despidan y que encima la sociedad siga toda igual. Prefiero el pájaro carpintero machacón que hace un gran boquete en el árbol al loco de mierda que sale con el cinturón lleno de dinamita. Esa es mi astucia del sobreviviente.

 

 “Los hoteles de El Calafate son muy caros”

—¿Qué diría Luca Prodan de la actualidad del rock nacional?
—Luca no respetaba a Charly, Spinetta, Soda Stereo estando todos vivos, así que imaginate lo que pensaría de Tan Biónica. Le gustarían bandas más como Los Natas, Los Brujos, Pez. Y si Luca estuviera vivo, no existirían Divididos, Las Pelotas, ni Pachuco Cadáver. Es una banda que se separó porque se murió él, que nos unía. Si no se hubiera muerto, hoy estaríamos todos ahí.
—Estuviste varias veces en el sur. ¿Conocés el Mausoleo de Néstor en El Calafate?
—No. No conozco El Calafate. Quería ir pero los hoteles son muy caros.
—Pepe Mujica está pensando en exportar marihuana y acá se incrementaron los impuestos a los viajes al extranjero, autos importados y bienes personales. ¿Qué te parecen estas dos noticias de países tan cercanos?
—Creo que Pepe Mujica descubrió que le da mucho rédito y ve algo que en Argentina aún el gobierno y los empresarios no descubrieron, si no, hubieran convertido los campos de soja en grass (marihuana). Siempre pensé que el que gana mucho dinero tiene que pagar. Soy el tipo más blanco de la historia. En la AFIP se ríen de mí porque gasto mucho en tarjeta. Un día me fui a consultar a la AFIP de Plaza de Mayo y sorprendidos de que nunca van famosos se rieron de mis gastos de tarjeta. Yo no me quejo, aunque los impuestos que pago es una bola de plata y nunca protesté contra eso. No me gusta la gente a la que le va muy bien, gana mucha plata y se queja.