ESPECTACULOS
ENTREVISTA A SOLEDAD FANDIO

Una chic de barrio

Estudió cinco años con Agustín Alezzo pero por la presión familiar, mutó a derecho. Y abandonó por un casting de Erre-way. Su personaje, Sandy, en Son de Fierro tiene puntos en común con su vida real. De novia con Pablo Granados elige mantener el perfil bajo con respecto a su presente amoroso.

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MAM CRTICA. Naci en Monte Grande y se cri en Lugano. Dice que su madre le cuestiona todo. | Cedoc

En el estudio se está grabando la última escena del día de Son de fierro . Sandy y Amadeo, los respectivos personajes de Soledad Fandiño y Facundo Espinosa viven un momento intenso pero al segundo que se escucha ‘corten, terminamos’ comienza una escalada de chistes en la cual están todos los presentes involucrados: actores, cámaras, sonidistas y hasta el director desde la cabina por el micrófono. Soledad se retira a camerinos y al instante se encuentra en el hall de entrada de Pol-ka para la entrevista.

—¿Siempre se divierten tanto?
—Hay buena onda. Está bueno divertirse así. Hay mucha gente que lo toma como un trabajo y nada más, a mí en cambio me divierte.

—¿Día largo?
—Un día con algunos baches pero muy bien, llegué a las 3pm. Así que dormí hasta tarde.

Esta blonda beldad de 24 años vivió hasta los 8 en Monte Grande y tras el divorcio de sus padres se fue con su madre primero a Pompeya y luego a Lugano. Su prosapia nos da la noción de estar más cerca de aquel espíritu barrial que atraviesa irremediablemente todas las producciones de Suar que de la original y vulgar parodia a Rebelde Way que hacía en Ricos y Mocosos, el sketch perteneciente a No hay 2 sin 3 de los ex-Tinelli boys Pablo Granados, Pachu Peña y Freddy Villarreal.

—¿Tenés más de Felicitas (papel en Ricos y Mocosos) o de Sandy Fierro? ¿Cuanto de ‘cheta’ y cuanto de barrio?
—Con Felicitas nada que ver. De ‘cheta’ no tengo nada, pero quizá si me parezco en otros aspectos: Felicitas era muy alocada, le encantaba divertirse y llamar la atención. En cambio de barrio sí, obviamente soy de barrio. Hay palabras mías que yo a veces uso en la vida y que acá meto todo el tiempo.

—¿Cómo cuales?
—Estar hablando y colar un ‘pero posta, posta, es jodido’. Yo también las uso pero son de Sandy, así como yo tengo mis palabras que no las uso en la serie.

—Por ejemplo...
—Ay, ¡no se! con mis amigos siempre inventamos palabras, son divagues. ¡Divague es una!

—Empezaste publicidad y abogacía ¿sos abandónica como tu personaje que dejó la medicina?
—La realidad es que en quinto año estaba estudiando teatro en la escuela de Agustín Alezzo y le planteé a mi mamá que quería seguir el conservatorio de arte dramático. Fue todo un tema. Me seguían pagando teatro pero tenía que elegir una carrera y me metí en derecho. Obviamente no me gustaba. Seguí un año y medio hasta que hice un casting para R-way, quedé y empecé a trabajar en la tele.

—¿De dónde sacaste tu veta actoral?
—De chica mis juegos era imitar programas de la tele. Miraba MacGyver y hacía de él. Mi papá me compró un juego de laboratorio: en aquella época estaban todos a full en esa. Yo mezclaba cosas haciéndome en la cabeza que era Mac Gyver.

Fue a colegio de curas, es católica creyente pero no va a misa. De chica jugaba al hockey pero dejó por problemas en la espalda y considera a sus amigos como su refugio más cercano y real “yo soy muy independiente de mis padres”.

—¿Qué puntos en común tiene tu núcleo familiar con los Fierro? Te leo una descripción de la página web: terminantes, apasionados, tercos, solidarios, opinadores profesionales...
—Me gustó ‘opinadores profesionales’ (risas). Más mi mamá que todos en la familia. Aún cuando no le preguntes algo ya está opinando: ‘ayer, a mí el programa me pareció así, así, así; tu pelo me pareció tal cosa’. Y si le preguntas ‘pero por qué’ ella responde ‘porque soy tu mamá’. Le encanta opinar y si no le haces caso ¡ella ve que le hiciste caso igual y te dice ‘viste, yo te dije’!

—Contame algún momento feliz de tu vida.
—Cuando empecé a trabajar en lo que yo quería porque ya había hecho dos carreras. Luego a los dos años cuando me nominaron (premios Clarín y Martín Fierro por No hay 2...) y ya la gente por la calle me decia ‘me encanta lo que haces’.

—¿Se puede cerrar la nota con tu célebre frase ‘tipo que’?
—A ver, era algo así como... ¡tiponaa!

Avatares del romance
El romance entre Soledad Fandiño y su colega de trabajo Pablo Granados comenzó en el 2004 . Los dos salieron a desmentirlo y a aclarar que seguían con sus respectivas parejas. En el 2005, se le atribuyó al excesivo protagonismo de la rubia fogoneado por Pablo el distanciamiento y separación del trío estrella.

—¿Hoy como sigue tu relación con Pablo Granados?
—(cara de nubarrón) No, no voy a hablar de eso

Ante los nuevos rumores de que Granados le maneja la carrera alegó: ”las elecciones son personales y cada uno tiene un mundo privado donde tomar decisiones. Alguien te puede dar una opinión, te puede hacer una crítica, pero después, en definitiva es uno el que toma las resoluciones de su carrera, de su vida. Sería muy feo que otro las tomase por vos“ aclaró a este suplemento.