A raíz del anuncio que hizo el fundador de Tesla, Elon Musk quedó sobre la mesa el debate sobre si está bien poder monetizar el contenido que cada uno hace en las redes sociales. En Twitter e Instagram, una persona puede aprovechar la cantidad de seguidores e interacciones que tiene y hacer tratos con marcas a cambio de publicidad. Sin embargo, no podíamos decir hasta el momento que estas redes sociales pagaban de manera oficial.
Nicolás Brandoni, especialista en comunicación digital y CEO de Peek Latam, habló con LN+ acerca de la propuesta de Elon Musk y afirmó: “Es raro, pero no me parece un delirio porque hay plataformas como Youtube o Twitch que sí pagan a los generadores de contenido”. Brandoni agregó también que “tiene sentido que si generás muchas visualizaciones puedas llegar a tener ganancias”.
CANJE Y PUBLICIDAD: LO MÁS VOLÁTIL DE ESTE MUNDILLO
Ciertamente, lo que habilita que ni Instagram ni Twitter (hasta ahora) paguen directamente por interacciones, seguidores o likes, es que cada usuario pueda aprovecharse de la influencia de su figura. De ahí el término influencer, que no necesariamente requiere de tener millones de seguidores, sino también aprovechar su momento de fama.
Hace poco menos de un mes, circuló la información que Coti Romero, participante eliminada de la casa de Gran Hermano, cobraba alrededor de $200.000 por publicidad en cada historia o $600.000 por publicación. Cifras que quizás con Coti no suenen tan alocadas ya que cuenta con 1.8 millones de seguidores. Sin embargo, hay gente con los mismos o incluso más followers que ella que no generan el mismo dinero.
Para las figuras públicas resulta beneficioso que estas redes sociales no participen en los pagos. Esto supone que no haya ningún tipo de regulación acerca de los precios que los creadores de contenido le ponen a las publicidades que aparecerán en sus respectivas cuentas. Instagram no paga por visualizaciones ni likes, pero tampoco controla los montos en publicidad que se manejan en su propia plataforma. Este panorama cambia drásticamente en Youtube y en Twitch.
LOS MEDIOS DIGITALES Y LAS RETRIBUCIONES ECONÓMICAS
La forma más común que tiene Twitch de pagarle a sus streamers es a través de las suscripciones. Estas tienen un precio base de 4,99 dólares, y en su gran mayoría se reparten 50/50 entre el dueño del canal y la plataforma de Amazon. Si bien también pueden hacer publicidad, las suscripciones reflejan la mayor cantidad de las ganancias que puede tener un streamer. Además, no hace falta negociar con una marca ni ponerle precio a la publicidad: el seguidor paga la suscripción y el streamer recibe como mínimo el 50% de ella.
Ibai Llanos, quien supo hacer la transmisión más vista de la historia de la plataforma, cuenta con más de 26 mil suscriptores, que traducidas en dinero real serían aproximadamente 64.000 dólares por mes, solo de suscriptores de Twitch. Si bien la plataforma morada y Youtube no regulan directamente las publicidades personales que hacen los creadores de contenido, sí intervienen en los anuncios que aparecen antes de cada video o directo, y cada streamer o youtuber gana en función a las vistas que tiene, aunque esto representa la menor de sus fuentes de ganancia.
Para tomar dimensión de lo importante de que Twitch retribuya a los streamers mediante las suscripciones, simplemente hay que pensar que ya quienes cuenten con un buen caudal de suscriptores pueden conformarse y vivir con eso. Caso diferente en Instagram o Twitter, que a pesar de tener millones de interacciones o seguidores, si no venden su imagen para publicidad, no verían rédito económico.
EL CPM Y LA VARA DEL PRIMER MUNDO
Que haya diferencia de dinero por hacer el mismo trabajo según el país donde estés no es algo nuevo. Sin embargo, en plataformas digitales, esto queda todavía más expuesto. Youtube es de origen norteamericano, y esto implica que ellos por cantidad de público, poderío económico, y sencillamente por ser los dueños, pueden prácticamente designar cuánto gana un youtuber en función al país donde esté. ¿Qué quiere decir esto? Que no es lo mismo tener 300.000 vistas en Estados Unidos que en España o LATAM, y esto es a causa del CPM (coste por cada mil impresiones).
Youtube en España paga aproximadamente 800 euros por cada millón de reproducciones. Hace un tiempo, el streamer y también youtuber español Xokas se expresó en contra de este modus operandi que tiene la plataforma con respecto al dinero. Graham Stephan es un youtuber estadounidense, que contaba en aquel momento con la misma cantidad de reproducciones que el Xokas. El español, gracias al CPM de su país, ganaba alrededor de 6.000 euros al mes. En cambio, Graham Stephan, sacaba provecho del CPM norteamericano y ganaba 6 mil dólares ¡por día!
De ahí el descontento de los creadores de contenidos españoles y sudamericanos, ya que a pesar de tener números que en otros países serían económicamente bien remunerados, en los lugares donde viven se les hace imposible dedicarse 100% a los medios digitales.
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