Son estas -y unas cuantas más- las preguntas que viven en la cabeza de Juan Pablo Gondar, el responsable del departamento de arquitectura de Hermanar, un emprendimiento inmobiliario que nació en el oeste del Gran Buenos Aires y hoy es un foco que llama intensamente la atención de quienes buscan vivir de otra manera.
Para poner en contexto el trabajo de diseño urbanístico y habitacional que conduce Juan Pablo Gondar hay que rastrear el orígen de Hermanar. Esta empresa nace de la experiencia familiar de tres hermanos que, en la búsqueda de un habitar más conectado con la naturaleza y con el anhelo de la casa propia a cuestas, llegaron a construir sus hogares a través de créditos PROCREAR en una zona poco poblada, desconocida para ellos previamente.
Los tres hermanos Gondar decidieron que no querían estar solos, y Pontevedra fue el terreno donde desplegar el sueño de una vida en comunidad, de un barrio de amigos, un barrio que pueda abrazar a todos.
A diez años del comienzo de ese recorrido, Hermanar cuenta con más 660.000 metros de tierra gestionados para más de 560 familias y abre una segunda etapa de consolidación: crear un barrio donde la arquitectura y el diseño estén disponibles y al servicio para nutrir identidad, funcionalidad y belleza desde una mirada sensible y coherente.
En un tiempo de intensa atomización de la vida, donde la fragmentación y el individualismo son moneda corriente, se está gestando en Pontevedra una experiencia barrial que pone a la arquitectura al servicio de la vida cotidiana, de la proximidad y el encuentro.

RELACIÓN ARQUITECTOS Y CLIENTES
Es frecuente que, al ver algunas de las construcciones en el barrio, haya personas que comenten que los clientes de Juan Pablo Gondar son gente “especial” o que crean que “sus clientes le dan muchas libertades”. El diálogo con Juan nos arroja otra perspectiva. El equipo tiene un posicionamiento de servicio sostenido en tres pilares:
1. Abrir un escenario de escucha y exploración donde las familias puedan abrirse a expresar sus deseos y necesidades, indagando, a través de consignas lúdicas, zonas a veces inexploradas previamente por los clientes que, luego de estas búsquedas, también se sorprenden encontrando pilares de su bienestar, que antes no tenían concientizados o explicitados.
2. Sintetizar esos deseos en procesos proyectuales que logren dar respuestas en la menor cantidad de metros cuadrados posibles.
3. Brindar una solución tecnológica considerando a la identidad como un factor central del diseño, tan relevante como la funcionalidad, la optimización energética, el impacto ambiental, etc.
No se trata entonces de clientes “especiales” particularmente, sino del resultado de habilitar una escucha atenta, basada en métodos no usuales y de poner a disposición una flexibilidad morfológica (con su respaldo técnico), que permita encontrar el diseño adecuado para cada singularidad, sin partir de modelos preconcebidos.
“Para nosotros es parte esencial del servicio que brindamos dar con esa identidad. No es una línea de autor, es encontrar la identidad justa que responde a la sensibilidad justa de cada familia en particular”, comenta Juan Pablo.

UN MÉTODO DE TRABAJO EN ETAPAS
El equipo de arquitectura de Hermanar trabaja tomando como punto de partida algunos elementos del método Livingston, readaptando algunos aspectos. La etapabilidad de la instancia de diseño prevé 5 encuentros: escucha, escucha y replanteo, presentación de variantes, reflexión y ajuste.
El trabajo se distribuye en varios meses en los que van decantando elementos que pulen y adecúan las decisiones hasta el Proyecto final.
DISEÑAR Y PROYECTAR UN BARRIO
Para quien mira el barrio por primera vez surgen algunas sorpresas. En una zona donde aún no hay una gran densidad poblacional, hay muchísimo esfuerzo e inversión destinada a espacios comunes.
El barrio cuenta decenas de miles de metros de parque públicos con diseño de paisaje profesional, calles arboladas con especies nativas, comestibles y medicinales e incluso la gran apuesta a una Reserva Ecológica.
Más de 50.000 metros cuadrados reservados para la restauración de un ecosistema nativo, diseñado profesionalmente por el Dr. de la UBA en área Urbanismo y Licenciado en Planificación y Diseño del Paisaje Gabriel Burgueño.
“En general lo que nos guió fue permitirnos dilucidar los anhelos en cuanto al barrio que queremos habitar” comenta Juan Pablo, que afirma que no los guía la ambición inmediata sino una mirada con perspectiva de futuro. El emprendimiento tiene la rara cualidad de que los desarrolladores no solo impulsan su consolidación, sino que también viven en el barrio.

CONSTRUIR UN BARRIO: UN CAMINO CON CORAZÓN
La visión de la arquitectura de Juan Pablo Gondar parte de considerarla un aspecto vivo en la conformación de una comunidad, un elemento determinante en la nutrición de la felicidad de las familias y de la identidad local.
El equipo trabaja con arquitectos muy presentes en la obra y busca generar lazos de comunión con todos los actores dentro del proceso: ingenieros, herreros, constructores, carpinteros, todos tienen un rol fundamental reconocido para el feliz desarrollo de las obras.
Barrio Verde Las Moras cuenta con un grupo de terrenos en los cuales el anteproyecto de arquitectura está bonificado, buscando impulsar a más familias a animarse a soñar el hogar propio. Al momento son más de una decena los procesos de diseño en curso y hay hogares ya en proceso de obra.
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