Emprender en Argentina es una carrera de obstáculos, y uno de los más grandes suele ser el de los impuestos. Existe una cantidad enorme de obligaciones nacionales, provinciales y municipales que cambian todo el tiempo. Para cualquier persona que está enfocada en su producto o servicio, querer seguirle el ritmo a todas las novedades es una tarea casi imposible y, sobre todo, agotadora.
El trabajo del contador es, justamente, ser ese traductor. Mi rol consiste en actualizarme constantemente con cada nueva resolución de ARCA y los demás organismos. Es una tarea que a muchos les genera estrés, pero para mí es un desafío que disfruto y me gusta, porque entiendo que en la "letra chica" de cada norma está la diferencia entre un problema y una oportunidad para mis clientes.
Yo siempre hago una comparación simple: seguro te animás a arreglar una canilla que gotea en tu casa, pero jamás se te ocurriría hacer toda la instalación de gas con un tutorial de internet. El riesgo es demasiado grande. Con los impuestos pasa algo muy parecido: un error, una distracción o una presentación fuera de término puede salir muy caro.
Y el problema no es solo la multa en sí misma. Un pequeño error puede iniciar una bola de nieve: se genera una deuda que acumula intereses, puede desencadenar una inspección que te obligue a frenar tu operación para juntar papeles y, en el peor de los casos, puede manchar tu historial fiscal y bancario. Esto último te puede cerrar puertas a la hora de pedir un crédito o calificar como inquilino. Lo que empieza como un descuido, termina afectando tu crecimiento.
Por eso, es fundamental cambiar la forma de pensar. Dejar de ver al contador como un simple gasto mensual y empezar a entenderlo como lo que realmente es: una inversión. Es una inversión directa en tu tranquilidad, que te permite dormir de noche sin pensar en ARCA. Es una inversión en tiempo, que recuperás para enfocarte en vender más y hacer crecer tu proyecto. Esas horas recuperadas son las que se reinvierten en el corazón del negocio: en pensar estrategias, en buscar nuevos clientes, en mejorar un producto. Se trata de delegar la complejidad para poder potenciar tu propio talento.
Al final, todo se resume en la seguridad de que estás construyendo algo sólido y bien hecho desde el principio.
Datos de Contacto
- Federico Torres, Contador Público.
- Cofundador de Cuentas Claras.
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