GUíA DE PROFESIONALES PNT
ESPACIO NO EDITORIAL - PERFIL

Crisis: el umbral incómodo donde nacen las oportunidades. Por Verónica Dobronich

En un mundo que teme al caos, Verónica Dobronich nos invita a ver las crisis no como enemigos, sino como maestras. Galería de fotos

Crisis: el umbral incómodo donde nacen las oportunidades. Por Verónica Dobronich
Crisis: el umbral incómodo donde nacen las oportunidades. Por Verónica Dobronich | CREDITO PERFIL

En esta columna, la especialista en inteligencia emocional explora cómo los momentos de quiebre, aunque dolorosos, pueden ser el umbral hacia una versión más auténtica de nosotros mismos.

Crisis: el umbral incómodo donde nacen las oportunidades. Por Verónica Dobronich

Las crisis tienen mala prensa. Nadie las busca, nadie las desea. Y sin embargo, todos —antes o después— nos encontramos atravesando alguna. Porque las crisis no avisan. Irrumpen, interrumpen, incomodan. Ponen patas para arriba lo que creíamos seguro. Y aunque a primera vista sólo parezcan caos y pérdida, también son un umbral: una invitación a revisar, a desaprender, a recrear.
Una crisis nos desnuda. Barre lo superfluo y deja expuesto lo esencial. Lo que veníamos postergando, lo que evitábamos mirar. De repente, lo que creíamos imprescindible se vuelve irrelevante. Y lo que no atendíamos se vuelve urgente. Nos confronta con preguntas incómodas: ¿qué de todo esto sigo eligiendo? ¿qué ya no me representa? ¿qué necesito soltar para crecer?
Las crisis, aunque duelan, revelan. Y obligan a frenar. A veces la vida nos susurra señales. Si no escuchamos, sube el volumen. Y si seguimos sordos, grita. La crisis es ese grito que ya no podemos ignorar. Nos obliga a revisar la trama completa: nuestras relaciones, nuestros hábitos, nuestras convicciones. No siempre estamos listos para eso. Pero es ahí donde empieza el aprendizaje profundo.
Frente a una crisis, tenemos dos caminos. Quedarnos en el lugar de espectadores y lamentarnos por lo que perdimos. O dar un paso hacia el rol de protagonistas y decidir qué vamos a hacer con lo que pasó. Porque no siempre elegimos lo que nos sucede, pero sí elegimos cómo respondemos. Y ahí está la oportunidad: en la forma en que reconstruimos, no solo lo externo, sino a nosotros mismos.
A lo largo de mi vida —y sobre todo en las crisis más profundas— aprendí que las preguntas que más transforman no son las de “¿por qué me pasa esto?”. Son las de “¿para qué me está pasando esto?”. Cuando logramos cambiar el foco, encontramos la llave de una puerta que no sabíamos que existía. Y detrás de esa puerta, casi siempre, hay un nuevo sentido, una nueva versión de nosotros.
Las crisis son umbrales incómodas, sí. Pero también son el lugar donde nacen las oportunidades más genuinas. La próxima vez que una crisis golpee a la puerta, quizás valga la pena abrirla. No para resistirla. Sino para preguntarle qué vino a mostrarnos que todavía no habíamos visto.

Verónica Dobronich es especialista en inteligencia emocional y habilidades humanas. Acompaña a personas y equipos a desarrollar habilidades para gestionar emociones y liderar con consciencia.

Datos de contacto:
[email protected]
Cel: 1167479559

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite